Las cartas de Falcioni. Por Vito Amalfitano
| La opinión de un experto |    | 

Hay  que hacer un gran esfuerzo para entender al actual técnico de Boca,  Julio César Falcioni, en su decisión de no contar con Juan Román  Riquelme en el partido de mañana ante All Boys por la tercera fecha del  torneo Clausura Néstor Kirchner del fútbol argentino.
“Con Riquelme jugamos con ventaja”, le dijo el entrenador a LA CAPITAL a  fin de diciembre, en un nota que pidió expresamente que saliera recién  el domingo 2 de enero. Antes había pactado una entrevista con Olé que  fue publicada el 31 de diciembre. No sería la primera vez que el DT  seguiría el ritmo que le indican algunos medios y algunos periodistas.
En esa nota Falcioni dijo que imaginaba el mediocampo con Battaglia,  Somoza, Erviti y Riquelme, cuando todavía no contaba con dos de esos  cuatro jugadores. Y aclaraba que el equipo podía jugar tranquilamente  con 6 futbolistas para defender y cuatro para atacar y que no sería la  primera vez que jugaría con un enganche. Y que en realidad, en esa idea  que tenía, contaba con dos futbolistas para la creación y no uno,  Riquelme y Erviti.
Ahora, después de toda la “cantinela” de algunos medios y algunos  periodistas para insistir, con llamativo “interés”, en que el sistema  preferido de Falcioni “es con cuatro volantes” y que en ese esquema “no  encaja Riquelme”, una vez más el DT va detrás de lo que dicen los medios  y actua en consecuencia, porque dice que mantiene el formato del equipo  que venció a Racing y que lo hace por “funcionamiento”.
En ningún momento de la conferencia de prensa de ayer, en efecto,  Falcioni se animó a referirse a una cuestión física, para justificar la  insólita decisión de que no concentre Riquelme. El propio 10 lo dijo  ayer por la tarde en Indirecto, por TyC Sports: “Estoy al 100 por 100, a  la par de mis compañeros, estoy fisicamente 10 puntos. Soy un  profesional y se que cuando me ponen entre los suplentes tengo que jugar  mejor que nadie para poder estar entre los titulares, y la verdad es  que ayer jugué un fenómeno” (en referencia al partido de práctica del  miércoles).
El DT también expresó la semana pasada: “Román es nuestro emblema”.  Ahora resolvió quedarse sin emblema. Hay que hacer un gran esfuerzo para  entender a Falcioni…
En verdad, también hay que hacer un gran esfuerzo para entender a los  dirigentes de Boca. Cabeza incluída. Justamente, si de emblemas se  trata, la única bandera que quizá le quedó a la conducción de Jorge Amor  Ameal es haber sostenido la idea de contratar a Riquelme por cuatro  años para que se retire en el club. “Todavía la gente me lo agradece en  la calle”, le dijo a LA CAPITAL la semana pasada en la reinauguración  del estadio Unico de La Plata. Se supone que debió haber trazado una  estrategia alrededor de esa decisión política y que, antes que nada,  debió contratar a un entrenador que considerara también clave la  presencia de Riquelme en el club y en el equipo.
Cuesta entender que se cometa, además, el error de tropezar dos veces  con la misma piedra. Una equivocación mayúscula relacionada con la  anterior. Por segunda vez, evidentemente, Boca trajo un técnico que pone  al sistema por encima de los hombres. Y todos saben lo que le pasó al  anterior por ello.
Mientras tanto, el que se beneficia es siempre el próximo rival. Parece  que el guión de Boca, últimamente, lo escribe el enemigo. “Ojalá no  juegue”, le había dicho en la semana Cristian Fabbiani al “Pollo”  Vignolo en Fox Sports Radio del Plata, justamente sobre Riquelme y a  propósito del partido con All Boys de mañana. “¿¡Cómo no va a jugar  Riquelme?!”, preguntó con mezcla de asombro, ironía y sabiduría  futbolera Ramón Díaz, el jueves, cuando todavía no estaba confirmada la  decisión de Falcioni.
Cuesta entender al técnico de Boca. Y finalmente no se lo entiende. Y  ya, a esta altura, se ponen en cuestión su pericia y capacidad para  ocupar el lugar que ocupa. Máxime cuando le preguntan por Riquelme…¡Y  responde comparándolo con Erviti y Cellay!. Evidentemente no sabe dónde  está parado. O no mide la real dimensión de lo que significa Riquelme  para cualquier equipo. Si uno juega al truco no puede renunciar al as de  espadas. Una de dos: o no sabe jugar, o acepta jugar con las cartas  marcadas por otros.
Por Vito Amalfitano (Periodista. Jefe de deportes y prosecretario de  redacción Diario La Capital de Mar del Plata Gran periodista, GRAN PERSONA y un Amigo)
http://lacapital-pasala.blogspot.com
Twitter: @vitomundial / @vito2014
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