Desenmascaramos las mentiras de las H.U.A.: El tiro por la culata
La columna del profe Alberto Moreno para "Boca es Nuestro" |
El otro día charlaba con mis queridos alumnos de primer año y comprobaba in situ varias cuestiones. La primera de ellas es que no solo las gallinas son mitómanas, sino un gigantesco porcentaje de las hinchadas argentinas, que encima nos detestan así que esos mitos en general tiene a Boca como protagonista y siempre desde el lugar más negativo posible. Lo otro que me quedó en claro es cuán instaladas están esas mentiras en el inconsciente colectivo que incluso muchos boquenses creen que son ciertas y no saben cómo rebatirlas. Una de ellas, clásica, y que surgió en esta conversación fue el tradicional “¡Eh Voka, el promedio lo inventaron para salvarte del descenso!”. Buzón más grande que la mancha en la camiseta de banda diagonal… No existe asidero para justificar el despropósito excepto la mala intención y/o la ignorancia absoluta ya no de la historia de Boca, sino del fútbol argentino y la de los propios clubes de quienes dicen eso. Pero bueno, ya lo decía Goebbels: “Miente, miente que algo queda”. ¡Y vaya si quedó! En fin, argentinos a las cosas, explicamos el asunto: no solo los promedios no fueron hechos para salvar a Boca, sino que al que salvaron fue al principal promotor de la mentira.
Alcanza un recorrido por las páginas y foros del resto de las hinchadas para leer cosas como que en 1984 Boca se iba al descenso sin escalas y a mitad del torneo cambiaron las reglas, pusieron el promedio y se fue Racing (sic). O que “computando dos temporadas (la de 1984 y la de 1983) Boca se iba al descenso directo. Unas fechas antes de terminar el campeonato de 1984, cambian en reglamento del torneo, y dicen que se contaban 3 temporadas para descender (a sabiendas que Boca tenía 48 puntos en 1982, lo cual, divido 3 temporadas, lo colocaba en la mitad de la tabla de los promedios para descender). ¿Se entendió la maniobra urdida desde la AFA para salvar a Boca en 1984?” (gracias a La Passucci por esta cita de Mundo Azulgrana)”. Y bueno, como ésta centenares de declaraciones, algunas realmente delirantes que pueden encabezar cualquier podio de teorías conspirativas. Claramente buena parte de estas teorías fueron escritas por gente que ni siquiera había nacido en 1984 a la que se le mezcla el mal año de Boca en el ’84 con todo tipo de información, más mitos urbanos, en una ensalada indigesta…
Empecemos por señalar que el sistema de promedios se utilizó por primera vez en el año 1957 y funcionó hasta 1963, cuando se sacó por la disconformidad de varios clubes. ¿Cómo salió Boca entre 1957 y 1963? Cuarto, subcampeón, octavo, quinto, quinto otra vez, campeón, y cuarto. Digamos que de descender ni cerca, ¿no? De hecho, no descendió ninguno de los llamados grandes en aquel momento. Lejos de ellos, salieron campeones todos: Racing 2 veces, Independiente la misma cantidad, mientras que Boca, riBer y San Lorenzo ganaron un torneo cada uno. Pero todo termina algún día y así en 1981, San Lorenzo fue el primer grande en perder la categoría. ¿Boca? Salió campeón de ese Metropolitano, digamos que el peligro de descender no andaba ni cerca. La que entró en pánico, lógicamente, fue la AFA. ¿Cuánto tardaría en volver San Lorenzo? ¿Y si no conseguía volver nunca? ¡Y mirá si se le ocurría irse a otro! El escenario no cerraba por ningún lado. Así que el 15 de abril de 1982 decidió reinstaurar el sistema de promedios. Primera mentira que se cae: según los mitómanos diversos, los promedios se instauraron en medio del Metro ’84 para salvar a Boca ese mismo año.
Bien, aclarado ese punto, seguimos. Los promedios se instauraron el abril de 1982 para que comenzaran a regir a partir del Torneo Metropolitano de 1983 y dividiían por dos torneos. De este modo, pensó la AFA, se evitaría el descenso cualquiera de los grandes ya que por aquel entonces, era muy difícil que cualquiera de ellos hiciera dos malos campeonatos seguidos. Detalle clave: además se trataba de torneos largos, lo cual hacía más difícil aún la caída en desgracia. Cuando se reinstauraron los promedios entonces, nadie tenía idea cómo sería la campaña de Boca dos años después, a menos que algún dirigente de Boca tuviese el Delorian, pero no nos consta…
Sumale que en el Metropolitano de 1982, Boca terminó TERCERO con 48 puntos. Independiente salió segundo con 52. ¿A qué no saben quiénes sí tenían algunos problemitas? Sí, sí, amigos y vecinos: riBer y Racing. Los plumíferos terminaron décimos con 34 puntos, mientras La Academia terminó decimosexta con 28 puntos. Y San Lorenzo, bueno… no estaba en la tabla. Es decir, si alguien iba a necesitar y MUCHO un cambio de sistema, no era precisamente Boca. Sumémosle que en el Metro del año siguiente Boca terminó séptimo con 37 puntos, el campeón fue Independiente y el subcampeón el recientemente regresado San Lorenzo. Nuevamente, ninguno de los tres estaba ni cerca de descender. ¿Y riBer? riBer terminó ANTEÚLTIMO con 29 puntos en 36 partidos. Conste que antes de que se implementara el promedio, los dos últimos en la tabla de posiciones descendían, por lo cual riBer hubiese DESCENDIDO. Pero, como estaban los promedios “inventados para salvar a Boca” y en el Metropolitano de 1982 riBer había quedado en la mitad de la tabla con 34 unidades, el sistema de los promedios LO SALVÓ de irse a la B. Sí, sí a riBer, no a Boca. Al revés de cómo les encanta contarla.
Como para redondear, el perjudicado fue Racing, que con el viejo sistema se hubiese salvado, ya que terminó el Metro ’83 en la decimosexta posición, arriba de riBer, pero su promedio lo condenó. Es decir, el hincha de Racing debería odiar profundamente a riBer, pero está tan formateado por la mentira que se calienta con… Boca, por supuesto. Claro, este temita de Racing nos lleva a la otra gran mentira clásica: en los papeles, en la temporada de 1984, la AFA decidió dividir por 3 temporadas y no por 2 para salvar a Boca por su mala campaña. El incordio no resiste análisis porque una vez más la AFA no podía adivinar cómo le iba a ir a Boca en 1984 y encima el Xeneize venía de dos buenas temporadas en 1983 y 1984. Justamente, la decisión de cambiar la división a tres temporadas la toma por lo ocurrido con Racing. Imaginate: instauró el promedio para que ningún grande se vaya, y en el debut salva a riBer pero condena a Racing. Pasame con el de marketing…
Eso por no mencionar que riBer había terminado penúltimo, lo que habrá encendido la luces de alarma en la AFA pensando en un futuro descenso en Núñez. riBer había hecho 29 puntos en el ’83 y si dividía por dos, arrancaba el ’84 con un ancla al cuello. De hecho, dividiendo por dos temporadas Boca arrancaba 7° en las posiciones del promedio, mientras que riBer arrancaba 16° de 19… Por lo que CLARAMENTE la idea de dividir en tres temporadas ANTES del comienzo del Metro ’84, fue para salvaguardar a riBer, no a Boca. Pero como mentir no cuesta nada, el antibosterismo afirma sin ponerse colorado que si no se cambiaba a 3 temporadas y se consideraban los Metropolitanos de 1983 y 1984 Boca tenía que perder la categoría, entonces la AFA modificó el promedio para que también se considerara el Metropolitano de 1982. Pero, como vimos, esto no fue así. De hecho, si la regla no hubiera cambiado y sólo se consideraban los últimos dos torneos (es decir Metro del 83 y Metro del 84) el Xeneize tampoco hubiese descendido ya que su promedio era de 33.5, mientras que los promedios de Rosario Central y Atlanta eran de 27.5 y 24 respectivamente, por lo cual hubiesen bajado el Canalla y el Bohemio, que fueron los que finalmente descendieron (y que hubiesen descendido dividiendo por dos o por tres temporadas). Por lo que, una vez más –y como ocurre por ejemplo con el supuesto decreto por el que Boca empezó a militar en Primera- el verso plumífero que busca denostarnos les termina saliendo por la culata, porque los deja expuestos en toda su patética y mitómana realidad.
Por Alberto "Beto" Moreno para Boca es Nuestro
Video de la columna de historia
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