Un presente que, de la nada, se llena de dudas. ¿Será así?. Por Marcelo Rodríguez
Columna de Opinión por Marcelo Rodríguez |
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Guillermo impuso la modalidad de las prácticas cerradas, como si esa tranquilidad (que yo le llamo la tranquilidad de los cementerios), fuera necesaria para el trabajo del equipo. En contraposición, la era Bianchi tuvo en sus años dorados, sólo un entrenamiento cerrado previo a un superclásico, que finalmente se perdió.
Pero más allá de estas cuestiones que en un momento son anecdóticas, pero cuando los resultados no se dan comienzan a ser motivo de críticas, puede tener una segunda lectura: la falta de trabajo. No mostrás, nadie ve, nadie se entera…
En estos últimos días se habló mucho de los goles que le convierten al equipo y se hace hincapié en las pelotas paradas. Y si uno se deja llevar por la “marea” periodística, resulta que parece ser el único problema e irresoluto. Pero si analizamos un poco más y nos alejamos de esos goles que les hizo San Martín y Atlético, podremos ver que no hay coordinación defensiva en su base mayor.
Las pelotas cruzadas al vacío del área entre jugadores y el arquero, traen problemas y seguirá trayéndolos. Si el rival tiene un buen ejecutor, no hay otra manera de contrarrestar esas bolas con un arquero que se juegue la vida en la salida (por algo los defensores se paran en el borde del área, para que el 1 pueda salir). Es el único que tiene la pelota de frente y debería ser una condición charlada en la semana para proteger al arquero en caso de que tenga que salir a matar o morir. En suma, es una falla defensiva bastante más “popular” que particular. Y si no, llenemos el área chica de jugadores, quizás terminan siendo más un paredón defensivo.
La otra cuestión que se puede apreciar y que suma más de la mitad de los goles que le convirtieron a Boca, se da por la zona media del área. En la medialuna…
Dirán: se juega por afuera pero los partidos se definen por adentro. Nada más cierto; por eso, si esto es así como todos dicen en el mundo futbolístico, entonces por qué no prestar más atención en cómo quedás parado cuando el adversario te busca desbordar por alguno de los costados.
Mucho se dice que Barrios mete la cola entre los centrales. Y parece que esta sentencia es sólo eso, una sentencia. Y que en la práctica Wilmar está más lejos de Goltz y Magallán de lo que tendría que estar. Tal vez no ir tanto a los costados para no dejar esa zona central “vacía”, podría ser la solución.
Algunos me han apuntado a que esto es producto de la presión alta que pide Guillermo. Pero si esto fuera así, las tres líneas deben acompañar esa presión. Si quedan delanteros y volantes a 30 metros de los centrales, entonces estamos en problemas.
¿Es un tema de rendimiento individual? Algunas veces sí, y en esta condición es difícil corregir salvo con un cambio de nombres. Pero, ¿y las cuestiones tácticas? ¿Esas que se trabajan en la semana en el campo de juego?
Cri… Cri… Cri… Cri…
Por Marcelo Rodríguez* para el blog Corazón y pases cortos (Siempre Boca)
* Marcelo Rodríguez es periodista acreditado en Boca desde hace más de 20 años. Autor del libro "Con Alma y Corazón". Trabaja en el diario Crónica, escribe en Don Balón y fue uno de los puntales de Informe Xeneize. También trabajó en El Cronista Comercial, La Razón y Diario Popular. Y además en la inolvidable Asi es Boca.
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