Algo huele mal en Boca...y no es el riachuelo. Por Hugo Rerna
La opinión del hincha |
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Parafraseando a William Shakespeare en Hamlet, su obra más conocida, diría que hay cosas tan insólitas por las cuales resulta imposible evitar sentir la hediondez, porque se percibe desde lejos.
El jueves vi un partido muy malo donde ninguno de los dos equipos mereció el triunfo. Ambos equipos fueron obedientes tácticamente, pero eso no se reflejó en el juego. Nadie, salvo un malintencionado, puede decir que Boca tuvo problemas tácticos, el equipo se ordenó bien en la cancha cumpliendo a rajatabla con lo dispuesto por el DT, no dejaron los espacios acostumbrados donde los rivales se movían a voluntad, Ledesma cubría todos los relevos, Sánchez Miño se cerraba para darle espacio a Insúa y permitirle a Gago que se adelante. Acosta se movía por todo el frente de ataque como lo hace habitualmente el burrito Martínez y la defensa no padeció como en otros partidos, salvo de arriba. Los defensores sufrieron en pelotas paradas, pero eso tiene ciertos bemoles y no sólo se debe atribuir a problemas tácticos. ¿Pero entonces qué pasó que se jugó tan feo?... Veamos: Nuestros jugadores no daban dos pases seguidos y eso conspira contra cualquier intento de buen juego. Pero además no podían parar una pelota, siempre les rebotaba lejos, como si la presión que metió la prensa durante toda la semana hubiera hecho estragos en algunos. Grana se comió grotescamente el amague en un par de jugadas y eso ya pone una luz de alerta, e intranquiliza a todo el mundo. Nuestros marcadores centrales no saltan y les cabecean hasta los enanos, e incluso en algunas jugadas se quedan parados como si fuera a propósito. A Insúa le sobra potencia para desbordar, pero le falta cerebro para aprovechar esos desbordes ¿de qué sirve llegar hasta el fondo y después tirar la pelota a la calle?. Ledesma es muy ordenado en ese puesto (será por eso que al DT le gusta) le hace los relevos a todos y recupera muchas pelotas, pero así como las recupera, inmediatamente las regala, porque no da un pase bien. Es casi increíble lo pecho frío que es Sánchez Miño, parece que no tuviera sangre en las venas. Erbes notoriamente disminuido físicamente, no aguantó ningún partido de los que jugó. Y no me vengan a decir que debe jugar de 5 y no puede jugar por afuera, eso es totalmente falso, porque yo lo he visto jugar por afuera con distintos DT, e incluso de 4 y no precisamente con Bianchi.
Dejo para el final a Gago, porque vale la pena detenerse en su mal presente y su mala imagen. Para no ser un mal pensado y dándole el beneficio de la duda, voy a pensar que tal vez este muchacho se sabe afuera de la selección y eso lo ha contrariado mucho. Fastidioso con sus compañeros, con el árbitro y consigo mismo, se la pasó todo el partido enojado, poniendo cara de sufrimiento para las cámaras, mandando en cana a sus compañeros. Empecinado en tratar de filtrar un pase entrelíneas y por el medio, entre un bosque de piernas rivales, sin intentar abrir la cancha para jugar por afuera como se lo pedía a gritos el DT y demostrando una displicencia exasperante, como si no tuviera ganas de jugar y lo hubieran metido por la fuerza en ese partido, cuando el quería estar en casita descansando. No quiero ni pensar lo que hubieran dicho algunos detractores, si Riquelme hubiese jugado como lo hizo Gago el jueves.
Ninguna táctica o estrategia puede dar resultado si los encargados de llevarla a cabo no están en condiciones de ejecutarla (o no quieren hacerlo). Si esto no es una serruchada de piso, entonces que alguien me diga por favor qué es.
Por Hugo "Chito" Reyna
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