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Bianchi se acerca y hoy podría ser el día

De lograrlo, estaríamos de nuevo en el camino

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Bianchi se acerco bastante a Boca y hoy será un día con definiciones. El bombonerazo del sábado marco un antes y un después en la vida de Boca. Por un lado la bajada de pulgar Julio Falcioni y Daniel Angelici fueron lapidarias. Y por otro lado el mandato de los socios fue contundente: Queremos a Bianchi y a Riquelme. Y los dirigentes se bajaron del pedestal ese que se inventaron y comenzaron a actuar en favor de Boca y a trabajar para tratar de lograr el objetivo y retomar el camino de la cordura. Los motivos son para el debate, algunos dirán por obligación, otros por convicción y otros por presión. Lo cierto es que el panorama hoy es muy distinto al de la semana pasada.

"De Román me encargo yo dejamelo manejar a mi", le dijo Carlos Bianchi al presidente Angelici. Al lo que Angelici respondió: "Esta bien pero dejamelo hablar con el resto de la Comisión Directiva".

Bianchi y Boca están cerca. Habrá que ver como se define esto. Habrá que ver si aun es posible que Riquelme retorne a Boca y que se limen asperezas en pos del bien común. Un acto de grandeza, solo con eso y pasaremos unas fiestas en paz y con la certeza que Boca estará en buenas manos, al menos en lo que hace a organización y conducción futbolística profesional al cargo del querido Virrey. Sean de Boca.


La info: El tipo sabe de Boca, lo conoce. Años lleva dando vueltas por la zona. Conoce –además– a Carlos Bianchi de la cotidianidad xeneize. Y dice algo que no pasa inadvertido: “Las tres veces que Bianchi se juntó con la dirigencia de Boca fue para arreglar. Si no tiene ganas, directamente agradece. Ni sale de la casa.”
En eso, hay que decirlo, tiene razón.
Fue, primero, en 1998, cuando acordó con Mauricio Macri su arribo a Boca. Fue, después, en 2003, en su segunda y también exitosa etapa. Y fue, finalmente, en 2009, cuando regresó como manager, acaso su momento más amargo en el club.
Y fue ayer. Sí, ayer: el Virrey se reunió con el presidente Daniel Angelici para escuchar lo que ya sabía: es el principal candidato a suceder a Julio Falcioni como entrenador del equipo.
El hermetismo que rodea al ex delantero y sus allegados no impidió conocer esbozos de lo que ocurrió en el encuentro entre el directivo y el técnico. Como primera medida, se sabe que las partes se fueron conformes y que quedaron en volver a hablar, o verse, hoy. ¿Hay una decisión tomada? No. ¿Se hizo una oferta económica? Tampoco. ¿Se habló de refuerzos? Menos. Sí se oficializó la intención del club, se tocó el tema Secretaría Técnica y manejo de las divisiones inferiores, que como se esperaba no provocó una salida apresurada del Pelado, ni mucho menos. La charla, amena, transcurrió por los carriles habituales. Hacia un objetivo. Se sabe: más allá de esa Secretaría, el que busca contratar a Bianchi sabe que a él le gusta tomar las decisiones, y no que las tomen por él. En caso de arreglar, ambas partes sabrán que los jugadores (los refuerzos y los prescindibles) los elegirá el técnico. Y que, entonces, lo demás pasará a ser una cuestión formal.
Lo mismo podría ocurrir con Juan Román Riquelme (ver página 5), asunto que Angelici expuso desde su visión dirigencial y que Bianchi se limitó a escuchar y sugerir patear para adelante.
Dos horas duró la reunión, que se desarrolló en unas oficinas de Palermo. “Hablaron de todo. Ojalá que pase lo que todos queremos. Es el momento de que vuelva a Boca”, dijo, esperanzado, el dirigente -y hombre cercano al DT- Marcelo London, en Rock & Closs. A la salida, Bianchi fue captado por las cámaras de Fox Sports, aunque –como era de esperar– no hizo declaraciones. Se subió a su auto y se fue a procesar lo que le dejó la charla con Angelici. Las necesidades de Boca. Las urgencias. El momento de volver, que él considera que es este. El plantel disponible. La dirigencia. Los objetivos.
La familia escuchará el razonamiento. Las decisiones, siempre, las toma él. Hoy las conocerá también Angelici: no, gracias; o sigamos para adelante. Es el deseo de Boca. El de los hinchas. Incluso el de algunos jugadores, que ya lo manifestaron. Y el suyo: la reunión lo deja en claro. “Bianchi vuelve”, hoy, ya no es un sueño. Depende de él, de que mantenga el deseo de dejar atrás el prolongado descanso. Y volver a sentirse el dueño de la pelota. El Gráfico