Otro planteo absurdo y un equipo deshilachado. Por Ezequiel Jenik
Falcioni, un tipo sin mentalidad ganadora... |
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Hay ciertas conclusiones que se repiten partido tras partido. Falta de flexibilidad de Falcioni y una defensa que da lástima. En el primer tiempo se vio a un Boca que tocó y fue profundo. Se lo notó perdidísimo a Chávez de 8, ni atacó y mucho menos defendió. Román con un desgarro abdominal tuvo un partido flojo.
En el primer tiempo, más allá de la buena distribución de pelota, se vieron muchas grietas en el aspecto defensivo. Independiente abrió muy bien la cancha y utilizó mucho a los carrileros, Vélez y Maxi Velázquez. Patito Rodríguez jugaba el mano a mano con Clemente ganando la mayoría de las veces el jugador del Rojo. Monzón evidenciando muchísimas dificultades para marcar, perdidísimo. Así el primer tiempo fue de ida y vuelta con llegada para los dos lados. Palermo, luego de una estupenda definición de taco, abría el marcador para el conjunto Xeneize. Luego del primer tiempo donde se vio a un equipo con grietas abajo, donde Chávez no se encontraba de volante por derecha y Boca sufría cuando Independiente abría la cancha, los hinchas esperábamos que Falcioni introduzca algún tipo de cambio táctico para evitarlo. Pero no, Boca tiene a un técnico inflexible, cabeza dura y muy, pero muy, limitado.
El gol de Independiente fue en el minuto 31 del segundo tiempo. En esos 31 minutos anteriores se observó un festín de Independiente. El Rojo tuvo la pelota casi todo el tiempo, abriendo la cancha y lastimando a Boca por los costados, principalmente por el sector derecho, donde Chávez no llegaba a cerrar y constantemente Pato Rodríguez y Maxi Velázquez le jugaban el 2-1, primero a Clemente y después a Ruiz. 31 minutos sin que Julio Cesar Falcioni salga del banco para intentar equilibrar el partido. Si Boca se llevaba una victoria hubiera sido por falencias del rival en la definición, poca claridad en los últimos metros, no por acierto propio. Faltó la mano del técnico para torcer el rumbo, para enderezar el barco. Chávez estaba exhausto, no daba más pero no recibía ninguna orden por parte del cuerpo técnico. El doble 5 de Independiente jugaba a gusto. Boca, al jugar con un rombo (Somoza Chávez Colazo Riquelme), no ejercía ninguna presión sobre el centro del campo rival, por lo que Pellerano y Fredes no se cansaron de tocar, de abrir, tocar de nuevo. Lo más razonable, en mi opinión, hubiera sido cambiar el dibujo táctico para bloquear al rival. Pasar a un 3 4 1 2, sacar por ejemplo a Colazo o a Chávez y meter un central. Cada stopper marca a cada centro delantero (Parra y Silvera), dos extremos Clemente y Monzón que bloqueen a Velázquez y Vélez y un doble 5 que presione al doble 5 de Independiente para evitar que toquen tan fácilmente. Pero no, Falcioni, muy tranquilo, se quedó en el banco dejando que los minutos pasen y contemplando como el Rojo tocaba y le generaba situaciones de peligro a Boca.
Tema aparte la nula personalidad de los dos centrales y el arquero. Falta un caudillo en al defensa, una voz que ordene, que saque al equipo. Caruzzo e Insaurralde muy tibios ¿Cuántas oportunidades se les van a dar a dos tipos que partido tras partido juegan mal? Boca se debe reforzar para el campeonato que viene, sin dudas, pero realicemos cambios hoy, no podemos decir partido tras partido "que mal defiende Boca" y que no se introduzcan cambios en la dupla central.
Sólo puedo rescatar el toque del primer tiempo, pero Falcioni debe encontrar los nombres para las posiciones. Monzón no puede jugar más, Chávez de 8 tampoco y se deben introducir cambios en la dupla central. El próximo partido en la Bombonera es el mismísimo súper clásico. Boca tiene que ganar, Falcioni tiene que encontrar el equipo, es mucho 12 fechas sin encontrar un buen funcionamiento. Boca quedo a 9 puntos de Vélez el puntero sólo en 12 fechas transcurridas, una vergüenza.
Por Ezequiel Jenik
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