Despues de otro estruendoso fracaso, Angelici salio a poner la cara para apuntalar la campaña de Gribaudo
¿Mauricio Macri vuelve a meterse con Boca? |
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Luego de la eliminación contra River de la Copa Libertadores y a casi un mes de las elecciones presidenciales en Boca, Daniel Angelici rompió el silencio y dejó sus sensaciones del presente que atraviesa el club: "Me voy con la deuda de ganar una Copa. Pero tranquilo porque dejo al club en perfectas condiciones y con las herramientas para armar un equipo que pueda lograr la próxima Copa".
En diálogo con el programa Los Más Grandes, el máximo directivo de Boca se expresó sobre las palabras del entrenador luego del partido contra River: "Alfaro tiene tiempo hasta fin de año para aclarar sus declaraciones. Él sabe que tiene el apoyo de la dirigencia. Sé que el oficialismo va a ganar y quieren que Alfaro siga".
Por otra parte, Angelici destacó: "A partir del 8 de diciembre yo doy un paso al costado. El próximo presidente deberá saber qué quiere hacer con la secretaría deportiva y con el técnico que quiere para el club. Hubo varias agrupaciones que querían que integre la lista oficialista. Pero ya no tengo ganas de seguir. Quiero tener un rato para mí y mi familia".
Para cerrar, el presidente de Boca expresó: "Yo hace rato que no veo un vestuario que tenga los objetivos tan claros y que haya peleado por sus objetivos con ganas". Marca
No fue sólo la eliminación. Quizás la mayor crítica que cayó sobre el DT de Boca después de perder la semi con River fue por lo que dijo post partido. Ahí, el entrenador hizo ruido por el tono y el mensaje: "Quiero terminar de la mejor manera, irme a casa y recuperar mi vida". Casi una renuncia virtual, justo después de un Súper, con lo que eso significa. Por eso, varios ex jugadores salieron a cuestionarlo, entre ellos, Ruggeri y Cascini, quien fue muy duro con él. Pero ahora fue nada menos que Daniel Angelici quien le marcó la cancha a Lechuga por esa frase: "Alfaro tiene tiempo hasta fin de año para aclarar sus declaraciones. Él sabe que tiene apoyo de la dirigencia. Sé que el oficialismo va a ganar y quieren que siga", aseguró el presidente.
En declaraciones al programa Los Más Grandes, el Tano dejó clara su postura: no le gustó nada lo que dijo Lechuga después de River, en la que desnudó su pensamiento más íntimo. Agobiado por un año intenso, cansado de algunas críticas y limitado en su vida personal por la exigencia que implica Boca, confesó lo que tenía previsto hacer a fin de año. Para el DT, su salida del club es decisión tomada. Aunque la dirigencia ahora buscará convencerlo de que siga. Y el primer paso es intentar que el entrenador se rectifique de sus declaraciones.
Angelici, de todos modos, dejó en claro que el resultado de las elecciones no sólo marcará el futuro del DT y también de Nicolás Burdisso como mánager: "A partir del 8 de diciembre doy un paso al costado. El próximo presidente deberá saber qué quiere hacer con la secretaría deportiva y con el técnico que quiere para el club", sostuvo. Ole
A una semana de la semifinal de la Copa Libertadores jugada en la Bombonera entre Boca y River, hoy Daniel Angelici hizo una fuerte acusación contra la Conmebol por el modo en que se utilizó el VAR en la revancha.
El presidente Xeneize utilizó una frase muy particular para definir lo que pasó en el triunfo por 1 a 0 de Boca el martes pasado: "Nos congelaron el VAR con la terna de árbitros argentinos. No se iba a usar salvo que fuera muy grosero".
"Congelaron el VAR con la terna d árbitros argentinos. Me hubiera gustado que Conmebol designara tres árbitros argentinos para el partido en el Monumental porque si hubiera sido así no se cobraba ese penal que cobraron de entrada. Al VAR lo congelaron en un partido decisivo con una terna argentina. Yo hubiera preferido que pongan terna argentina en los dos partidos o que no la pongan", amplió Angelici en declaraciones al programa Los Más Grandes por radio Cooperativa.
"Hubiera preferido que pongan la terna argentina del VAR en el Monumental y ese penal no se cobraba", dijo Angelici.
"Conmebol no quería poner árbitros argentinos para no presionarlos porque ellos viven en el país y no querían condicionarlos, pero después pusieron tres árbitros argentinos en el VAR", agregó Angelici, que dejará su cargo en diciembre luego de las elecciones presidenciales.
En el partido de ida River ganó 2 a 0 con un gol de penal de Santos Borré que se cobró mediante el uso del video arbitraje en el inicio del partido. También se expulsó a Nicolás Capaldo sobre el final a través del VAR. En cambio, en la Bombonera el árbitro Wilton Sampaio no revisó ninguna de las jugadas.
Además, Angelici le tiró un palo a Marcelo Gallardo por quejarse de los arbitrajes, como por ejemplo lo hizo después del partido con Boca: "Somos distintos a Gallardo y a D’Onofrio. Yo del arbitraje no me quejo". TN
¿Humo o realidad?: Mauricio Macri inició su camino a la presidencia como titular de Boca. Su exitosa gestión deportiva le permitió una imagen tan positiva que llegó al Congreso, al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y al máximo cargo nacional. Pero la situación social y económica le hicieron perder las elecciones. Carlos Bianchi, estrellas y un grupo de futbolistas colombianos fueron su principal herramienta.
Mauricio Macri le deberá al fútbol sus cuatro años en la presidencia de la Nación, que el 10 de diciembre delegará a Alberto Fernández. La situación económica del país, la creciente pobreza general y un enorme endeudamiento fueron la clave para que el empresario pierda las elecciones este domingo. Del mundo empresarial bajo la sombra de su padre, el cuestionado Franco Macri, en 1995 saltó a la política como mandatario de Boca. A través del deporte logró una exposición mediática que, salvo cuando lo secuestraron en 1991, nunca había tenido y que le permitió ser diputado primero, Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires después y Presidente de la Nación desde fines de 2015. El salto de calidad lo dio gracias a Carlos Bianchi como entrenador y a jugadores que hoy son ídolos e integraron un plantel que ganó todo nivel local e internacional: Juan Román Riquelme, Carlos Tévez, Guillermo Barros Schelotto, Martín Palermo y los colombianos Óscar Córdoba, Jorge Bermúdez y Mauricio Chicho Serna son apenas algunos de ellos.
Los resultados deportivos de ese Boca fueron el trampolín de Mauricio Macri para iniciar su carrera a la presidencia. “El fútbol tapa todo”, me dice el dirigente opositor en Boca Claudio Giardino, quien integrará un frente liderado por Amor Ameal y Roberto Digón en las elecciones boquenses del 8 de diciembre. Del lado del oficialismo irá Christian Gribaudo, representante del saliente Daniel Angelici, un personaje oscuro de la política argentina y enlistado en lo que todavía se conoce como macrismo.
Los primeros años de gestión de Macri fueron de mal en peor. Carlos Bilardo tuvo que irse por malos resultados. Lo mismo le pasó a Héctor Veira, un D.T. de trayectoria que había purgado condena por abuso sexual de un menor. El tercer objetivo era Daniel Passarella, pero a último momento Macri eligió a Bianchi sin respetar otras opiniones. La polémica jugada le salió perfecta, aunque dejó en claro su perfil dirigencial.
Macri tuvo enfrentamientos con varios jugadores. Diego Maradona fue uno de los primeros. Riquelme también hizo públicas sus diferencias. Y el colombiano Bermúdez. Hay una charla imperdible e irónica en la que Bermúdez y Serna hablan del maltrato de Macri hacia los jugadores al momento de arreglar los contratos. “Boca no es Deportivo Macri. Boca es Boca. Me fui tranquilo porque no robé un peso”, dijo El Patrón al reafirmar el sentimiento que tiene por el club y dejar en claro la pésima relación con Macri. El Patrón denunció corrupción en la compra-venta de pases de jugadores y la exigencia de dinero que no le correspondía. Antes había hecho lo mismo Marcelo Delgado; después, Antonio Barijho.
Bermúdez pertenece a esa clase de jugadores identificados con la garra simbólica de Boca. Tenía una fuerte personalidad que le gustaba al hincha. Varias veces en los últimos años se lo mencionó como posible técnico del equipo.
La mala relación entre Bianchi y Macri se volvió insostenible. Incluso Macri cometió una torpeza cuando irrumpió en una conferencia de prensa para exigir explicaciones al entrenador acerca de por qué no quería renovar el contrato, que vencía a fines de 2001. Un año después los hinchas insistieron con el regreso del entrenador y el empresario fue a buscarlo.
El segundo ciclo de Bianchi en Boca terminó en 2004, cuando perdió la final de la Libertadores ante el colombiano Once Caldas. Macri y Bianchi no volverían a estar juntos en Boca. En 2008 Macri se arrojaría directo a la política, dejaría Boca y Bianchi regresaría en 2009 como manager (el presidente era Jorge Amor Ameal) y en 2010 para cumplir su tercer ciclo, bajo el mandato del todavía presidente boquense Daniel Angelici, de sólidos vínculos con el ambiente judicial y con el mismo Macri. Este período no fue bueno en resultados y Bianchi fue despedido.
Claudio Giardino destaca los resultados deportivos de Boca en los tiempos de Macri-Bianchi. Pero a la vez señala que Macri hizo de Boca un club elitista. Muchos deportes quedaron de lado y la función social del club, en uno de los barrios más humildes de Buenos Aires, fue nula. “Cada año Boca fue cerrando más sus puertas al barrio. A muchos vecinos que por necesidad entraban al club hasta para bañarse porque no tenían agua caliente en sus conventillos se les fue cerrando la puerta. Se perdieron actividades sociales, culturales y deportivas. Macri quiso manejar al club como una virtual sociedad anónima deportiva”, resume.
Federico Polak, el hombre que en los 80 salvó a Boca de la desaparición y autor del recomendable libro Armando a Macri, va en la misma línea: “Es cierto que Macri terminó haciendo un club cerrado. Los socios lo aceptaron porque en la época de Macri Boca alcanzó la gloria deportiva. Con Carlos Bianchi Boca ganó más que en la época dorada del Toto Lorenzo”.
“Los títulos de la era Bianchi le sirvieron a Macri para que no le prestaran atención al vaciamiento del merchandising de Boca, cuyos ingresos de marketing no quedaban en el club sino en negocios personales, como el que tenía con Clarín, por fuera de Boca. Por eso no se puede medir la gestión Macri si no se separa la visión empresarial de lo que es la visión de una asociación civil sin fines de lucro como fue y espero sea siempre Boca”, agrega Giardino.
El 10 de diciembre asumirá la presidencia Alberto Fernández con el mandato electoral de terminar con cuatro años de un ciclo que dejaron al país sumido en un empobrecimiento cada vez mayor. Dos días antes, cuando se celebren las elecciones en Boca, también se sabrá si se termina en el club con una etapa macrista de casi 25 años. El Intransigente
#Boca no necesita a #Macri. Son #Macri y el #PRO que necesitan seguir chupandole la sangre a #Boca.
— Eduardo Eliaschev (@edueliaschev) October 28, 2019
En diciembre #IdentidadXeneize
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