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Esteban Andrada, Marcos Díaz, Fernando Gago y Lucas Olaza los temas del día en Boca

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Esteban Andrada, ante el mayor desafío de su vida: cerrar el arco de Boca. Consolidado en Lanús y destacado también en las competencias internacionales de la Conmebol, a los 27 años Esteban Andrada se sumará a Boca en el mayor desafío de su carrera. El mendocino de 1,93 metros llega al conjunto dirigido por Guillermo y Gustavo Barros Schelotto para disputarle el puesto a Agustín Rossi, quien pasó del respaldo a los cuestionamientos. Una cifra cercana a los 5.000.000 de dólares y el pase de Guillermo Sara representan el desembolso Xeneize por el arquero que ya sabe lo que es atajar en una final de Copa Libertadores.

Los Mellizos y Andrada ya se conocen, convivieron en Lanús cuando unos empezaban el camino de la dirección técnica y el otro daba sus primeros pasos en el fútbol profesional. Pese a que debutó con Gabriel Schurrer en un partido de Copa Argentina ante Barracas Central en febrero de 2012 (ese día la pareja central la integraron Paolo Goltz y Carlos Izquierdoz , a quienes ahora volverá a tener como compañeros), fueron los Barros Schelotto los que marcaron su estreno en Primera, al año siguiente frente a Estudiantes.

Después de iniciarse en San Martín de Mendoza, la trayectoria de Andrada se concentró en la zona Sur. Primero se probó en Banfield, después se estableció en Lanús (vivió en la pensión del club) y también tuvo un paréntesis en Arsenal. Es que los Barros Schelotto pidieron ahora por el mismo jugador al que cuatro años atrás habían dejado ir. Aquella decisión tenía su lógica en la inamovible titularidad de Agustín Marchesín en Lanús y al contexto de un arquero que a los 23 años solo tenía dos partidos completos en primera y necesitaba jugar.

El paso por el conjunto de Sarandí le sirvió para tener continuidad, pero sus actuaciones no convencieron: recibió 68 goles en los 48 encuentros que disputó. Entonces regresó a Lanús, donde ya no estaban Guillermo y Gustavo ni tampoco Marchesín. Ahora el técnico era Jorge Almirón y el arquero Fernando Monetti. Andrada tuvo que acomodarse otra vez en el banco de suplentes, hasta que una rotura de ligamentos del ex Gimnasia le dio una oportunidad que no desperdició. Y la carrera que parecía estancada aceleró a fondo en un año y medio: comenzó 2017 como titular, mantuvo su arco en cero en la obtención de la Supercopa Argentina ante River, encadenó actuaciones destacadas en el plano local, fue clave para que Lanús llegue a la final de la Copa Libertadores y logró que Boca invierta una cifra millonaria para comprarlo.

Pese a su gran contextura, Andrada mueve sus casi dos metros con mucha agilidad. Es un arquero que se destaca por sus reflejos y plasticidad, algo que volvió a demostrar hace pocos días en Barranquilla ante Junior por la Copa Sudamericana, con varias atajadas muy destacadas.

Pese a que el mes pasado había firmado la extensión de su vínculo con Lanús por tres años, la renovación del contrato también incluía una promesa por parte de la comisión directiva que encabeza Nicolás Russo : ante una oferta de su interés y beneficiosa para el club, le facilitarían la salida. Boca hizo el resto. El acuerdo entre los dos clubes se hizo total ayer (aún deben definir la forma de pago) por lo que Andrada se despedirá del Granate mañana ante Douglas Haig, por la Copa Argentina, y el martes se someterá a la revisión médica para iniciar tu etapa Xeneize.

Afianzarse en el club de la Ribera puede ser también el impulso que le permita entrar en la órbita del seleccionado nacional. En la transición del fútbol formativo al profesional, Andrada participó en los seleccionados juveniles, época en la que incluso Barcelona se fijó en sus condiciones y estuvo cerca de incorporarlo. Aquella gran proyección, el futuro de éxito que le auguraban, se esfumó al dar el salto al fútbol mayor. Sin embargo, fue en esa circunstancia que demostró templanza, un carácter que le dio el convencimiento para seguir adelante. No se frustró cuando le faltaba lugar en Lanús ni tampoco cuando en Arsenal las cosas no le salieron. Confiaba en que llegaría su momento. Y no se equivocó. Ahora afrontará el desafío de ratificar su presente en un club de exposición mundial. La Nación

Si las negociaciones entre Boca y Lanús no terminan bien, el Xeneize irá en busca de Marcos Díaz. Todo hace indicar que, finalmente, Boca tendrá el arquero que buscaba en este mercado de pases. Esteban Andrada es el elegido por el Xeneize y el lunes, por la Copa Argentina, disputaría su último encuentro con la camiseta del Granate. La negociación incluirá a Guillermo Sara y todavía deben resolverse los contratos de ambos futbolistas. Como hay situaciones por definir y la operación puede tener alguna traba, Boca ya tiene el plan B. Marcos Díaz, cuyo contrato con Huracán termina en diciembre, será el arquero a buscar. El futbolista y Alejandro Nadur, presidente del Globo, aseguraron que respetarán el vínculo hasta el final. Pero, por las dudas, Boca lo tiene en carpeta. TYC


Fernando Gago está evaluando es su continuidad como jugador y cada aparición suya se analiza en función de la decisión que tomará en los próximos días. Hoy lo esperan en el club. Y nadie sabe realmente qué es lo que va a informar...

Aunque nadie lo diga oficialmente -y muchos lo eviten cuando enfrentan los micrófonos- las dudas de Gago son mucho más profundas que las que puede generar el desgarro en el isquiotibial derecho, la última de sus lesiones. La cuestión de fondo es que nunca se sintió seguro de la rodilla operada -o, en realidad, nunca pudo lograrlo luego del retroceso tras apurarse para llegar al Mundial de Rusia. Durante la pretemporada en Estados Unidos, lejos de mejorar, la situación se profundizó. Al punto tal que, para no exigirla, terminó forzando otras zonas del cuerpo que lo llevaron a tener diferentes dolores o, como en este último caso, una lesión muscular. Su golpe anímico es tan fuerte que hasta se plantea volver a visitar al doctor Ramón Cugat, especialista en rodilla que visitó en Barcelona durante sus vacaciones. Una señal más de que el tema no viene nada bien...

La decisión de Daniel Angelici es no forzarlo ni apurarlo, hablar cuando el jugador lo decida e intentar quitarle el sentimiento de culpa que lo invade por intentar regresar antes de lo que indican los manuales. Guillermo y Gustavo Barros Schelotto también lo esperan, aunque saben que deben empezar a planificar sin él por una situación evidente. De todas formas, se ilusionan con la continuidad: a un 60% de sus posibilidades, para ellos es titular. Y sus compañeros también lo apoyan, con una última muestra que marca la influencia que tiene en el grupo: sabiendo que dudaba de asistir a la fiesta que conmemoró el campeonato, Pablo Pérez fue hacia la casa a buscarlo y lo llevó junto a su mujer...

La dedicatoria de amor, dijimos, despertó hasta a los hinchas. Miles de mensajes invadieron su Instagram pidiéndole que siga jugando en Boca. Al jugador no lo traban las ganas, si no la incertidumbre de no saber cómo hacer para recuperarse. No son pocos los integrantes del día a día que manejan la posibilidad de que tenga que operarse nuevamente. Alguna vez, su esposa Gisela (“el sostén de la familia”) fue un factor clave para que siga jugando. Otra vez la vida los puso en la misma situación...Ole


¿Quien es Lucas Olaza? La misma semana en la que cumplió 24 años, el lateral izquierdo se convirtió en nuevo jugador del Xeneize, el club que admiraba de chico en Uruguay. Internet es así. Apenas comenzó a hablarse de la posibilidad de que Lucas Olaza se convirtiera en el reemplazante de Marcelo Saracchi en River, en las redes sociales comenzó a circular una antigua fotografía del uruguayo, cuando no tenía más de 6 años, con la camiseta de Boca. ¿De dónde surgió? No está claro, pero menos de un mes después de que apareciera la fotografía, el lateral izquierdo no sólo no llegó al Millonario sino que se transformó en la más reciente incorporación del Xeneize.

A pesar de que nació en Montevideo, el defensor no usaba aquella camiseta azul y oro con la franja amarilla bien ancha -imitación del modelo con el que el equipo de Carlos Bianchi logró el invicto más largo de la historia del fútbol argentino- como cualquier pibe se pone una remera de un club del exterior, sin tener una real conexión con ese equipo: Olaza es hincha de Boca. Lo contó su padre en declaraciones a medios argentinos y lo confirmó el propio jugador en una entrevista que realizó con el programa cordobés Secta Deportiva: "La verdad es que me gustaba mucho, usaba siempre la camiseta. Y ahora me sigue gustando, es un gran club, la gente alienta mucho, el estadio es muy lindo y el marco es impresionante".

Justo en la misma semana en la que el charrúa celebró cumpleaños número 24 (nació el 21 de julio de 1994), el conjunto de la Ribera y Talleres cerraron el acuerdo para que se sume al plantel de Guillermo Barros Schelotto, a préstamo por un año. De esta manera, el lateral se pondrá la sexta camiseta distinta en su trayectoria, tras sus pasos por River de Uruguay (el club en el que se formó desde los 9 años y lo llevó a debutar en Primera a los 17), Atlético Paranaense, Celta de Vigo B, Danubio y la T, e irá en busca del gran salto de su carrera.

Desde que debutó en Primera, en febrero de 2012, Olaza estuvo muy bien considerado en el fútbol uruguayo. En 2013 fue parte del plantel uruguayo que terminó subcampeón del mundo en el Mundial Sub-20 de Turquía y en su regreso a River, con 19 años, se convirtió en uno de los goleadores del equipo gracias a su muy buena pegada: en la temporada 2013/14 marcó seis tantos y se hizo dueño de las pelotas paradas del equipo. A pesar de su posición en el campo, tiene bien claros quiénes son sus referentes en la materia: "De Uruguay me gustan el Chino Recoba y Robert Lima. Y de afuera hay varios, pero los que más observaba son Beckham y Ronaldinho", contó en una entrevista con el diario El Observador cuando todavía jugaba en La Dársena montevideana.

Más allá de que su explosión se dio en Talleres, el zurdo ya viene llamando la atención en su país hace tiempo: antes de llegar al equipo cordobés, Peñarol había intentado contratarlo por pedido del entrenador Leo Ramos, que ya lo había dirigido en Danubio, pero la dirigencia de la Franja se negó a reforzar a un rival directo. "Tiene una proyección enorme. Hoy por hoy, tendría que ser el lateral izquierdo de la Selección uruguaya, sin ninguna duda", llegó a asegurar Ramos sobre el defensor. Con la camiseta de Boca estará mucho más cerca de lograrlo. Goal.com


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