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Análisis: Sin el 9, por la Libertadores, no alcanzó...

Boca debutó en el certamen continental con un empate en 0 en su visita a Alianza Lima y dejó la sensación de que se perdieron 2 puntos.

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Más de un año esperando este momento. Boca de nuevo en la Libertadores y nosotros del otro lado ansiosos por vivir esa sensación única que es una noche copera. La primera parada de esta obsesión era en Lima ante el último campeón, Alianza. El presente del equipo local no era el mejor ya que está a 5 puntos de la cima de su torneo en sólo 5 PJ y además, a quien persigue, es al Sporting Cristal que viene de dejar una pálida imagen siendo vapuleado por Lanús. Boca también llegaba a su debut continental con problemas: sin sus figuras Gago, Pérez y Benedetto ya hace tiempo, Nandez sancionado, la dupla de centrales titulares lesionados y Tévez y Pavón con molestias. Esto obligó a Guillermo a tirar a la cancha a Vergini, casi sin rodaje, para hacer dupla central con un debutante absoluto: Agustín Heredia. Así y todo, Boca tenía entre sus 18 players a 4 campeones del certamen (Tevez, Buffarini, Más y Sebastián Pérez) y 5 de selección (Pavón y los colombianos). El partido en la primera mitad se pareció a uno de campeonato local. Alianza Lima mostraba el mismo respeto hacia Boca que la mayoría de los 30 equipos del torneo doméstico. El xeneize rápidamente se adueñó de la pelota e impuso condiciones. En esos primeros 25 minutos, Boca tenía buena circulación de juego comandada desde la mitad por Reynoso y merodeaba el arco local con pelotas paradas e insinuaciones. Pero el xeneize no aprovechó su momento (tampoco tener más de un cuarto de hora al arquero rival desgarrado y jamás pateó de afuera para exigirlo) y Alianza lo emparejó redoblando esfuerzos en su estrategia: ser un equipo corto y replegado para salir de contra. Los últimos 2 minutos del primer tiempo fueron un anticipo de lo que sería el resto del partido. Lo tuvo Alianza con una pelota parada (¿Cuándo no?) que salió pegada al palo después que no llegaran al cabezazo y también lo tuvo el xeneize con una pelota que robó Tevez (de floja primera etapa) en la salida y el palo le negó el gol tras una buena definición cruzada. Los 45 minutos iniciales dejaban un claro mensaje: era un partido para que Boca gane. Con esa premisa, en el segundo tiempo el equipo de Barros Schelotto salió más picante. Tevez se enchufó y comenzó a hacer lo que más le gusta, tirarse atrás para tener contacto con el balón. Al 23 (su nuevo número copero) se lo notaba preciso y punzante para la conducción. Si a esto le sumamos que Cardona (junto a su socio Fabra) hacía estragos por el costado izquierdo, daba la sensación que el gol estaba al caer ¿Qué faltaba? Que Pavón (otra vez con el "mal de selección argentina") estuviera más fino y un 9 que llene el hueco que dejaba Carlitos cuando se retrasaba a triangular. También faltó suerte. Porque en una de las conexiones Tevez-Edwin, tras gran pelota del capitán, el colombiano hizo todo bien y su remate se estrelló en el travesaño. Fue la segunda vez que el palo le negaba la victoria, ya merecida, a Boca. El partido se terminó de romper desde la entrada de Ascues en el equipo limeño. Alianza se animó más y eso convirtió al encuentro en uno de ida y vuelta. Boca seguía dominando y tenía situaciones pero ahora el local también y fueron claras. Fue golpe por golpe hasta el final.

El 0 en los arcos terminó siendo mentiroso. Y el empate también. Boca, al revés del panorama que contábamos en la previa, tuvo todo a su favor: el dominio, las situaciones y el respeto de un rival que se sabía menos. Tuvo en Cardona, sobretodo en el segundo tiempo, una dosis de talento sobresaliente. El colombiano tuvo toque, remate, movilidad e inclusive desborde llevándose varias veces a la rastra a su marcador por izquierda. Su tándem con Fabra, cuando están en sintonía como anoche, funciona de maravillas y lastima. El último integrante del trío colombiano, Barrios, fue la figura de la cancha. Wilmar estaba jugando su primer partido de Copa Libertadores y lo hizo como si fuera el quincuagésimo. Con su despliegue y quite de siempre, fue gran responsable del muy buen partido de Santiago Vergini. El ex Newells estuvo firme y seguro y también contribuyó a que el pibe Heredia redondee un buen debut con la pesada camiseta azul y oro. Barrios se cargó sólo la mitad de la cancha xeneize. Por él, Reynoso pudo soltarse para crear sin responsabilidad defensiva (error) y suplió al gran ausente de la noche: Buffarini. El cordobés hace años juega de 4, ocasionalmente ha sido 8 recientemente (donde nació) pero de interno no se encuentra. Guillermo pareció no verlo así porque a la hora de los cambios optó por sacar a "Bebelo" y no al ex Ferro de flojísimo partido. El otro relevo, tardíos ambos por cierto, fue la salida de Pavón que pareció un tirón de orejas por su floja participación (lástima que Espinoza sigue sin aprovechar su chances) ¿Eso fue todo desde el banco? Sí. Teniendo a un Wanchope con el pie caliente por el gol del domingo, en el banco y con un partido (y un Tevez) que pedían a gritos el ingreso de un centro delantero, Barros Schelotto prefirió mantener su esquema táctico. Si Guillermo consideraba que no era el encuentro ideal para las características del ex Huracán, también había llevado al banco a Bou. Pero no. "Veía que por los costados Pavón y Cardona marcaban diferencias" contestó el DT ante la pregunta de por qué no entró ninguna de las dos opciones de centro atacante. Una parte es cierta, con Cardona (y Fabra) ganando por la izquierda. Lo de Pavón es falso. A tal punto que el mismo técnico lo reemplazó. Además, por más juego externo que generes si no tenés quien la empuje es obsoleto. "Nos faltó ira buscar más el partido; era ganable" declaró Carlitos post partido quizás con algún mensaje entre líneas para Schelotto. Creo que la mayoría de los que vimos el partido coincidimos con el que fue capitán en Lima. El partido estaba para ganarlo y en la copa cuando se presenta un partido así, lo tenés que aprovechar (más porque del otro lado Palmeiras logró una gran victoria 3-0 de visitante ante Junior). Lo cierto es que Tevez es delantero y puede hacer goles de 9, pero 9 no es. O, al menos, en algunos partidos ante rivales más cerrados necesita de la compañía de otro centro delantero en quien poder apoyarse cuando él se recuesta a jugar unos metros más atrás. Con Tevez de 9 en el torneo local te sobra pero en la Libertadores no alcanzó. Boca mereció ganar pero no lo concretó y perdió 2 puntos. El aprendizaje tiene que ser rápido por la copa sólo es larga si se pasa la primera fase.


Por Martín Herrera @MartinNHerrera para Soy Boca