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Centurión el jugador del pueblo (y las dos maneras de cagar a Boca)

Por Marcelo Rodríguez* para el blog Corazón y pases cortos

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Uno porque no se resiste a la noche y a las mujeres. El otro porque quería viajar en subte y en Baires no podía hacerlo. Uno porque es determinante en el juego; el otro también. Uno porque Boca no lo ayudó, el otro no lo ayudó la gente, o la sociedad.

Uno porque mordió la mano de quién lo sostenía; el otro porque mordió millones de manos que lo aplaudieron a rabiar. Pero entre uno y otro, las coincidencias son más que profundas, son fundacionales.

Quien me lee, sabe de mi postura con respecto a la dirección del club; saben de mis críticas u opiniones sobre las cosas que pasan, y también saben de lo duro que fui, soy y seré con un técnico que amo, pero más amo al club.

Decir que Boca no ayudó a Centurión, parece una falacia. La institución estuvo a horas de poner cerca de 10 millones de dólares por un jugador que en la cancha hace diferencias con respecto a la medianía general. Pero también y con la mano en el corazón, Centu está lejos de ser Maradona, Riquelme o Messi. Está claro que Angelici quiso complacer el capricho de Guillermo y que el propio técnico que habrá gastado sus buenos mangos llamando al jugador a Italia, se dio cuenta de que nada se puede hacer.

A ver… un club de fútbol debe darle protección y ayuda a un chico, a las inferiores, a los pibes que vos formás desde los 9 años o antes. Pero con un tipo de 24 años, que fue y vino de Europa, que ya salió campeón… pienso: ¿hasta dónde tiene que asumir la responsabilidad la institución y no el propio jugador? ¿Será que mientras el mundo le dice que lo que hace está mal, él siente que hace lo correcto?

Si hubo, hay y habrá jugadores que se emborrachan o se drogan en sus fiestas privadas o semiprivadas, no lo sé; pero supongamos que así sea, eso no justifica nada. Es como asegurar que un tipo que mató a otro hay que perdonarlo porque hay otros cientos que han matado a otros cientos.

Centurión, ¿hubiera resistido un acompañante terapéutico que le diga a las 10 de la noche, acostate y dormí; mientras se queda en la puerta vigilando para que no se vaya? ¿Hubiera resistido prácticamente vivir concentrado en un hotel y lejos de su círculo íntimo? ¿Quién hubiera podido retenerlo? Si alguien tiene la respuesta, que me la de porque me hace falta.

Los tratamientos psicológicos tienen efecto solo en tanto y en cuanto haya una decisión del paciente por curarse, por cambiar. Porque ese paciente siente que algo no funciona y se da cuenta que necesita la ayuda de alguien externo, que no tenga relación con su vida. Y Centurión no estaba dispuesto a eso; ya no pasa por un tratamiento psicológico o psiquiátrico porque no sufre ninguna enfermedad o situación mental. De lo que sufre Centurión es de la falta de sentido común. Elige mal él, y los que lo rodean, que son tan perniciosos o más que una enfermedad mental, que una melancolía, que una depresión, que una fobia, que una psicopatía… en fin. Cuando uno no quiere, dos, tres o miles no pueden. Y así es la cosa.

Boca tampoco es una fundación. Lamentablemente o no, Boca es una institución de fútbol que busca resultados y, tal vez, le convenga invertir 10 millones de dólares en contención a los chicos del club, a ponerlo en un futbolista que tiene un recorrido importante y que nunca pensó que lo que hacía, esta mal. Y esto es independiente de lo que realmente sucede con las inferiores y como los pibes que más o menos pintan para algo, son rajados por el cuerpo técnico sin miramientos.

Te podés equivocar, sí claro. Podés tener una “recaída”, pero también y en algún momento esto debe ser puesto en la balanza, tenés una responsabilidad que llevar y soportar. Sos jugador de Boca y camino a ser ídolo, sin embargo, te cagás en los que confiaron en vos y te dejás llevar por tu inconsciente, por tu líbido que no parece tener límites.

Quien bancó a Centurión y hace unos días atrás dije en Radio Mitre que Boca debía comprar al pibe, hoy se da cuenta que hubiera sido un error, porque el tiro puede salir para cualquier lado.

Con esto no significa que apoye a Angelici ni a Guillermo, ellos no necesitan de mi apoyo y mis críticas ni siquiera les llegan; y si les llegaran, tampoco les importaría. Pero Centurión ni siquiera se puso a pensar que un club va a poner 10 palos entre mi ficha y mi contrato y yo me voy de joda por ahí, total…

Centurión es el jugador del pueblo. Quien con un perfil más bajo en ese sentido, también se cagó en el sentimiento y en los dineros del club. Paralelos de dos situaciones que parecen distintas, pero que en el fondo son iguales.

 

Por Marcelo Rodríguez* para el blog Corazón y pases cortos (Siempre Boca)

* Marcelo Rodríguez es periodista acreditado en Boca desde hace más de 20 años. Autor del libro "Con Alma y Corazón". Trabaja en el diario Crónica, escribe en Don Balón y fue uno de los puntales de Informe Xeneize. También trabajó en El Cronista Comercial, La Razón y Diario Popular. Y además en la inolvidable Asi es Boca.