La incapacidad de sostener una idea o lo distante que están de obtenerla
La opinión del hincha. Por Por el Chavo del 8 |
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Antes que nada quiero aclarar que escribir un comentario para los amigos de Soy Boca es más un sueño que tengo que certeza propia de que realmente pueda decir algo interesante.
Lo hago porque amo a Boquita así como amo a mi padre, el cual influyó en mí vida tanto que le debo la misma en muchos sentidos. Tal es así, que no fue sino hasta de adulto que dependí de él en absoluto, pero como toda persona responsable que creo que soy, llegó el día que tuve que soltarle la mano para hacerme hombre. O al menos eso intenté, no sé. De lo que si estoy seguro es que mí caso no es único, y por eso lo comparo con el presente de nuestro club, que padece la ausencia de quien fuera su padre adoptivo durante los últimos 8 años, Román Riquelme. Paternidad que comenzaría allá por el 2007 en la segunda etapa en el club del mejor jugador de fútbol que vi en mí vida pero que parece todavía no haber concluido por más que ya no esté. Retornaba, no para ponerse la capa de superhéroe sino para sumar categoría a un plantel que alternaba buenas y malas, y con la motivación de que jugaría una nueva Libertadores. Pero, la suerte fue esquiva, Boca no daba pie con bola sin Román, hasta tal punto que prácticamente ganaría “sólo” la copa con rendimientos positivos aislados de los compañeros, lo cual se vio reflejado tras perder la Intercontinental sin él.
No fue muy diferente el 2008, con el máximo goleador de la historia Xeneize lesionado y luego de haber quedado afuera de la Libertadores, Román y los pibes ganaron el torneo apertura de ese año.
Luego de eso, como todos sabemos, pasaron el 2009, 2010, parte del 2011 pero el equipo nunca encontró un “equilibrio” real. Lo sí cual se dio a partir de mediados del 2011 hasta mediados del 2012 en donde el 10 fue principal partícipe de nuevo.
Dando vuelta la página, en el segundo semestre del 2012 con la ausencia de Román pero reaparición al fin en el 2013 hasta mediados de este año Boca presentó siempre equipos alternativos aunque girando en todo momento alrededor de un solo eje, o sea Riquelme.
Hoy, su partida se hace notar de nuevo. Boca mejoró, es verdad, pero no hay ejemplo más gráfico que el que se vio en el último partido contra Riber. Con Gago afuera, y un terreno vacío enorme en el medio, haciendo imposible enlazar los volantes con los delanteros, lamentablemente Boca cierra este año extrañando al 10 otra vez. Como pasó en partes del 2012 y en la final de la copa Intercontinental del 2007. Sin él no es nada porque Boca es Román y Román es fútbol. Pero estamos en otra situación, yo no pido que vuelva, creo que su ciclo lastimosamente se terminó, una porque está en sus últimos años de carrera y otra porque es hora de soltarle la mano y mirar a hacia otros lares. Hay que improvisar que es sinónimo de cometer errores e innovar que es sinónimo de: renovar, mejorar, crear; así como lo hace el Vasco, porque aún, unos cuantos jugadores que están, ven esa figura del 10 enorme pidiendo el pase en el medio y al encontrarse con la realidad optan por el juego dividido aéreo una y otra vez.
En conclusión, esto que escribo no es ninguna novedad y no se discute que por más que Román estuvo en cancha también se perdió, a lo que me refiero es al juego. Se tiene que madurar de nuevo y buscar un padre que nazca de la Dirigencia y no de un solo jugador o de una sola persona como en este caso el técnico. Ya que esta CD trajo lo que pidió la gente pero la gente no trabaja en el club, sino que ve de afuera lo que la CD no ve de adentro, que es la incapacidad de sostener una idea o lo distante que están de obtenerla.
Por El Chavo del 8
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