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Último capitulo. Boca vs Gimnasia, la previa

Otra extensa nota a Carlos Bianchi

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Último capitulo. Se va el torneo que paso sin gloria y que quedara en el recuerdo por tener más lesionados que por el futbol desplegado. Y con el agregado de la disputa entre Xeneizes que Angelici y su CD supieron conseguir, a partir de la aprobación de la camiseta rora y que ha dividido a la gente y que ha generado un ambiente raro que seguramente se manifestará hoy en nuestra casa.
 
Carlos Bianchi no ha confirmado el equipo pero al parecer el chico Celeste tendrá su chance de movida contra Gimnasia. El plantel de Boca después del partido saldrá de vacaciones hasta el 03/01/2014 que se encuentren en Casa Amarilla para comenzar la pretemporada con otros bríos. Esperemos que muchos jugadores puedan recuperar su mejor nivel y el año que viene puedan demostrar por qué se los trajo. Y que los directivos se aboquen a hacer todo lo necesario para entregarle los 2 escasos refuerzos con los que va a contar Boca la próxima temporada ese 3 de enero.
 
Que sea una tarde en paz y que gane Boca. Y ojala que los actores se acuerden que se puede salir tercero o quinto o decimo en un torneo. Lo que no se puede es no dejar la última gota de sudor defendiendo la Azul y Oro. Y ya que estamos va para el cuerpo técnico y los directivos también.
 
Historial

Ganó Boca: 76
Ganó Gimnasia: 30
Empataron: 33
 
Probables formaciones:
 
Boca: Agustín Orión; Leandro Marín, Daniel Díaz, Guillermo Burdisso, Emanuel Insúa; Francesco Celeste, Fernando Gago, Cristian Erbes, Juan Manuel Sánchez Miño; Juan Manuel Martínez y Emmanuel Gigliotti. DT: Carlos Bianchi.
 
Gimnasia: Fernando Monetti; Facundo Oreja, Maximiliano Coronel, Juan Carlos Blengio, Lucas Licht; Gastón Díaz, Omar Pouso, Franco Mussis, Matías García; Erik Correa y Facundo Pereyra. DT: Pedro Troglio.
 
Estadio: "La Bombonera"
Árbitro: Diego Abal
Hora: 18.15


Básquet: Un último cuarto furioso le permitió a Boca derrotar a Weber Bahía Basket 79-68 en casa. Selem Safar, 19 unidades, goleador de un equipo que jugó su último partido del año en casa y cierra con tres de visitante.

Reserva: Boca ganó ayer por 3-1 ante Gimnasia. Formo con: Trípodi; Aguirre, Castagno, Komar, Padilla; Escalante, Bravo, Colman, Romero; Nouet y Dalla Costa. Se jugo con la presencia de Carlos Bianchi. Colman, y Nouet en 2 ocasiones fueron los autores de los goles


Bianchi siguió entregando notas. Acá les dejamos una muy jugosa que publico el diario Ole.

Cuando hace un año decidió regresar, ¿lo hizo porque necesitaba la adrenalina, por volver a estar en Boca o porque Boca lo necesitaba? -Boca no necesita de nadie.

-¿Y usted a Boca? -No sé si lo necesitaba. Lo que pasa es que hay una frase que me gusta y me la digo a mí mismo: “Nunca haré mi adiós”. Como diciendo que uno siempre tiene ganas, le gusta lo que le gustó toda la vida, que es el fútbol. Y la posibilidad de volver se dio cuando menos lo esperaba.

-¿Qué influyó más para que volviera? Lo más fácil es decir que fue la gente que lo pidió hace un año, en ese partido con Godoy Cruz, pero también puede haber influido su familia, que sus nietos, que en los otros ciclos eran muy chiquitos, lo vieran dirigir a Boca...

-No puedo dar una respuesta segura. Sabía que ponía en la balanza lo que había hecho antes y que repetir se hace muy difícil. Pero aportar un plus a la historia del club era excitante...

-Arriesgar todo eso… -(Interrumpe) Arriesgar no se arriesga nunca. Menotti fue campeón del mundo en el 78 y Bilardo en el 86, y esos títulos no se los saca nadie. Cada vez que yo veo el plato de comida que me hacía mi mamá lo recuerdo, no me olvido nunca más. El que olvida es porque quiere, porque no tiene sentido de reconocimiento.

-¿No vivimos en un país exitista, que se olvida rápidamente? -Es una linda expresión, súper exitista, en realidad. Hay algo que me extrañó, es que este plantel, después del año que tuvo, nunca se fuera silbado de la cancha. La gente de Boca en ningún momento silbó al equipo después de una derrota y mire que tuvimos derrotas...

-¿No tiene que ver con que usted hace de paraguas protector? -No, no, no. No tiene nada que ver.

-¿Cómo que no? Un año antes, a un plantel que había salido campeón, la gente no lo soportó y se le vino en contra.

-Paraguas no. La gente de Boca estuvo a la altura de lo que es ser hincha y sostuvo a un plantel que no le dio nada. Tenemos que dar mucho más. La gente apoyó y, en ese sentido, pareció un público inglés, donde el que desciende da la vuelta y lo aplaude todo el estadio.

-¿Se encontró con un fútbol diferente después de la siesta? -Sí. Ahora se lucha mucho más, más de lo que se juega. Está permitido y los árbitros deberían cortar por lo sano. Y si en un fútbol se golpea más es porque el que dirige lo permite, como el que pasa el semáforo en rojo lo hace porque el policía que está a 100 metros está mandando un mensajito de texto...

-¿Boca entró también en ésa? -No, no tenemos grandes luchadores. Tratamos de jugar, y eso hace que cuando encontramos equipos que físicamente son fuertes nos creen problemas.

-Y en el mapa de modificaciones que sufrió el fútbol de aquella época en la que ganó todo saltamos a ésta… -Sabe que es una palabra que odio, la frase “ganó todo”… -¿Qué no le gusta? -Escucharla. Me gusta más “en el tiempo que trabajé acá en Boca”, ja.

-El cambio de un tiempo a otro parece estar fuera de la cancha. Román dijo varias veces que los chicos ahora están más preocupados por el celular o los colores de los botines...

-Seguro. Estamos en una sociedad en la que siempre lo primero es el yo, casi nadie se preocupa por el otro. Es yo, yo, primero yo. ¿Alguno se preocupa por el otro? Seamos sinceros, si rajan a un compañero nuestro, lo rajan...

-Depende de los valores que tenga cada uno.

-A mí me puede chocar, porque no vengo de una sociedad así, tengo 45 años más que los chicos que dirijo.

-¿Y cómo juega esa diferencia de edad? -Si son inteligentes, aprenden. Si son inteligentes incorporan cosas en su saber, que es como una valijita, y ahí va todo lo que uno le dice y vivió. En mi época escuchaba mucho a Victorio Spinetto y tenía como 50 años más que yo. ¿¡Cómo no iba a escuchar a Victorio!? -Pero tal vez la sociedad que plantea ahora escucha menos que incluso hace 15 años cuando llegó por primera vez a Boca… -Por eso digo que si el jugador es inteligente incorpora, pero si no lo es … No voy a ser padre de los chicos de 19 ó 20 años, pero sí puedo aconsejar correctamente para que no se vayan a la banquina. Tengo que hacerlo, no puedo ser nada más que director técnico. Tengo que ser un poco educador.

-En 1998 y 2003 encontró planteles muy receptivos, que enseguida captaron la onda futbolística, el estilo, la actitud, forma de encarar los partidos. Este año costó, ¿por qué? -No me quiero esconder en las lesiones, pero para darle una fisonomía a un equipo hay que jugar por lo menos diez o 15 partidos. No se puede si cambiás la defensa todos los días, si cambiás el mediocampo todos los días... Son las bases del equipo. Puede cambiar adelante, pero en el medio y atrás hay que tener una continuidad, y no la tuvimos.

-¿Cómo se arma un equipo alrededor de dos jugadores, como Gago y Riquelme, que tal vez juegan nada más que el 50% de los partidos? -Sí, hubo momentos que no tuvimos a ninguno. Se puede armar un sistema, por si me falta Román hago esto y si me falta Fernando hago lo otro, pero hubo partidos en los que faltaron los dos, como con San Lorenzo y Olimpo. Igualmente, tendríamos que haber hecho más. Se los dije a ellos: estoy convencido de que este plantel, así como está, tiene argumentos para pelear el título.

-De lo que pretendía en lo futbolístico, ¿qué pudo lograr y qué faltó? -Soy sincero, me gustaron los partidos con Racing y Vélez, no sé si hubo otro equipo que haya jugado en tan alto nivel. Fueron partidos perfectos, Boca presionó, tuvo ocho o diez situaciones contra equipos que no eran fáciles. Y los de la Copa también, con Corinthians y Newell’s.

-¿Qué pasó después de esos partidos perfectos? ¿La camiseta de Boca no es para cualquiera? -Todos hablan de la camiseta, yo no me la puse y creo que hubiera estado condiciones de poder ponérmela. Depende de la mentalidad de cada uno, es personal, no puedo saber lo que puede pasar dentro de la cabeza. El semblante es una cosa, lo que pasa adentro es otra. Conocí grandes jugadores que antes de ir a la cancha les agarraba diarrea de los nervios, pero entraban y jugaban...

-¿Su plantel falló en algo? -No voy a reducir a que no hayan tenido el nivel que deseaban por la camiseta, sí puedo pensar que faltó concentración, tal vez no es normal que nos hicieran goles en los inicios del segundos tiempos. La concentración es una cosa, la mentalidad es otra. Uno puede tener mentalidad ganadora y distraerse.

-¿Hay jugadores que se van de Boca y recuperan inmediatamente su nivel? -No es lo mismo un jugador de un equipo que tenga 50.000 hinchas a uno que tenga 20 millones...

-¿Sintió que en algún partido al equipo le faltó revelarse, fue superado y no reaccionó? -Puede ser, reaccionó contra Tigre, también ante Arsenal en el ST. Hubo partidos que sí, pero no es lógico ir a buscar sólo cuando estás abajo. Yo quiero buscarlo de arranque, no puede ser que pongamos el motor en ruta con demora, el motor tiene que estar a full de arranque.

-¿Qué autocrítica hacen como cuerpo técnico? ¿En qué se falló? -Lo que no conseguí es hacer un equipo que sea protagonista, como me gusta a mí. Hubo partidos que no lo fuimos, muchos. Pero eso se puede lograr con una formación continua, en la que estén todos al mismo nivel físico y todos puedan aplicar las consignas. Me reprocharon cómo no entró Gago el día que puse a Paredes, pero no sabían lo que le pasó a Gago ese sábado; tuvo dos problemas por los que no lo tendría que haber ni llevado al banco. Si lo ponía a los 10’ a los 35’ ya estaba muerto. ¿Entienden? Contra Lanús reaparecieron los dos laterales, uno no jugaba hacía 100 días y el otro, 90. ¿Por qué no puse a Sánchez Miño? Porque puse a Gago, que también venía con nada más que 20’ de fútbol. Si ponía a Sánchez Miño hubieran sido cuatro jugadores que venían de lesiones...

-¿Para la pretemporada piensan cambiar algunas la manera de trabajar? -Cada uno tiene su estilo. Tenemos un preparador físico que llegó a la final de la Champions, es el único PF argentino que logró eso. También salió campeón con Boca. Es alguien que quiere aprender siempre, se aggiorna, está tan preocupado como yo.

-Se dice que se aprende más de las derrotas y las tuvo más que nunca. ¿Qué aprendió? -Que no tenía el celular. Todo se simplificaba con que tenía el celular y que con eso ganábamos, los jugadores eran mediocres, el cuerpo técnico era mediocre, los dirigentes eran mediocres. Eso lo aprendí. Lo que uno aprende es que tiene que hacer todo lo contrario para que esa derrota no llegue frecuentemente, en eso coincido que tenemos que trabajar bastante en lo mental, en lo táctico y en tener el material bien.

-No sabe muy bien por qué volvió, pero sí que ahora tiene más ganas que en enero. ¿Cuánto tiene de desafío, de hambre o revancha? -Cuando uno que hace deporte sabe que es una competencia y lo que quiere hacer es terminar primero. Yo salí campeón a los 19 y dije: “Voy a salir muchas veces”. Pero no salí nunca más. Pero me peleaba para ser goleador y lo fui afortunadamente ocho veces. Siempre hay una competencia.

-Ahora, ¿cuál es su competencia? -Llevar a Boca a ser el mejor de la Argentina.

-Palermo era optimista, ¿a usted qué palabra lo define? -Profesionalismo. El día que a los 14 años le dije a mi padre que dejaba el estudio para jugar al fútbol empecé a vivir como un monje para llegar a ser profesional.

-Y siendo tan profesional y competitivo, ¿qué representó este año? -La derrota entra en el juego, pero no la acepto, me siento mal, me siento frustrado. Más cuando se sabe que cuando empieza a girar la redonda no somos los que decidimos. Los DT que me dirigieron a mí sabían muy bien que si llegaba una pelota, venía el centro y yo la erraba, ellos no tenían ninguna culpa.

-¿Tiene enemigos? -Pienso que sí, hay gente que no me debe querer para nada. Hay gente que se sienta al lado mío y no le digo ni buen día. Me deben odiar, pero no pueden no valorar que soy honesto.

-¿Nunca se puso a pensar por qué lo odian? -No sé, les habré dicho algo en la cara que nadie les dice. No solamente en el medio periodístico, porque nunca falté el respeto y ni después de comerme un 6-1 falté a una conferencia. Dicen que tengo algo contra el periodismo y no es así, tengo algo contra el periodismo que cuenta cosas que no son verdad.

-¿Siente presión de ganar en los próximos seis meses, que se juega más que nunca? -El 30 de junio los dirigentes pueden decir, si no salimos campeones, “buenas tardes mucho gusto”. Ya está, tienen todo su derecho, como yo tengo mañana el derecho de decirle al presidente: “Me voy”.

-No se lo va a decir, ¿no? -¿Me está pidiendo que me quede? Ja, ja.

-¿Lo pensó? -Nunca.

-¿Siente que muchos quieren que se vaya? -No, no estoy diciendo eso. La unanimidad no la tiene nadie. Está Jesús, está Mahoma, Gandhi, la unanimidad no existe. No puedo pretender que todos estén de acuerdo conmigo, sería un estúpido de primera.

-Cuando usted ganó todo, se lo endiosó...

-¿Ah, sí? Pareciera que, ¿cómo dicen muchos, que si no hubiera sido yo el técnico de Boca lo hubieran echado, ¿por qué? -No hay dudas, lo dijo Angelici.

-Hubo un técnico que no ganó nada tres años (Rogelio Domínguez, entre 1973 y 1975).

-El anterior, Falcioni, no había hecho un mal torneo y se le vino la cancha encima. También a Russo e Ischia… -Tal vez lo nuestro fue demasiado fuerte, o se llegó demasiado arriba, donde no se pensaba que se podía llegar...

Fuente: Olé