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El sueño del pibe. Por Marcelo Chechik

El relato de un hincha desde San Pablo junto a "Boca de Selección"

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Ya es viernes por la mañana, Estoy sentado frente a la computadora y tengo que ponerme a laburar pero mi cabeza no para de recrear lo que acabo de vivir gracias a los amigos de Boca de Selección.

Me siento el privilegiado representante del hincha de Boca anónimo, de aquel que puede vivenciar todo lo que el oyente se imagina cuando escucha la transmisión del partido por radio.

No me queda otra que ponerme a escribir…No puedo ser tan egoísta de guardármelo todo para mi…Siento que tengo que compartirlo con el resto de mis hermanos Xeneizes.  

Ahí va…

Vivo en San Pablo y escucho siempre Boca de Selección por Internet, bah, en realidad grabo las 8hs. en la compu y la voy escuchando en la semana, sin cortes publicitarios...Hace un par de semanas cuando dijeron que estaban muy preocupados por lo mal que los habían tratado en la semana previa al partido se me ocurrió enviarles un twitt poniéndome a disposición para darles una mano durante su estadía en San Pablo para allanar las barreras idiomáticas y culturales con los Brasileños.  

Una vez en San Pablo los fui a buscar al hotel y nos fuimos a tomar un café al Shopping Patio Higienopolis. Es increíble pero es tal el sentido de confianza y pertenencia que te dan Boca y Román que en 5 minutos pasamos de ser el Ingeniero Mollo, Vito Amalfitano y Marcelo Chechik a tratarnos de Dany, Vito y Marcelo.  

Después conocí a Marcelo Lerner y Germán Carrara (Unos fenómenos), así fue que en los días previos al partido, hablamos de futbol, de Román, de Diego, y de la vida, y mi me daba la loca sensación de estar dentro del programa de radio,  y ahí me di cuenta que ellos son así: auténticos, además de privilegiados de laburar de lo que les gusta.  

En fin, los ayudé en lo que pude y el día del partido me fui con ellos bien temprano al Pacaembú, allí hablamos con la gente de prensa del Corinthians, y a ellos les encantó mi idea de querer ayudar para que todo funcione con la cordialidad que se merecen dos países hermanos como Brasil y Argentina. 

Una vez en el estadio Dany Mollo, Vito, Marcelo y Germán se fueron a la cabina de transmisión para dejar todo listo, y yo me quedé en las adyacencias de la sala de prensa con la promesa de algún salvoconducto para poder cumplir con mi nueva función de “componedor cultural” y de paso ver el partido (je).

Esperé, y esperé, bien pegadito a la entrada del vestuario visitante (A que no adivinan porqué?) viendo pasar a todo el mundo y conversando con los periodistas Argentinos y Brasileros. Tuve la suerte de conocer y de ver en acción a Tato Aguilera, a Claudito Freire, a Tití Fernández, entre otros, y a muchos periodistas partidarios, y por sobre todo a Maxi Nóbili, Gerente de Prensa de Boca Jrs., un verdadero caballero y una máquina de laburar para que a nadie le falte nada... 

Una vez que salí de mi asombro, como fotógrafo que soy, empecé a entusiasmarme con fotografiar y filmar todo con mi bendito celular (estuve a punto de no llevarlo por miedo a que me lo roben)…Sin darme cuenta las horas fueron pasando y de repente comenzaron a poner las vallas a mi alrededor, y empezaron a aparecer los de seguridad encargados de cuidar a Boca, unos roperos enormes alimentados a algo más que arroz y Feijão. 

De repente lo veo bajar al Sr. Virrey Carlos Bianchi y me empiezo a preguntar si de verdad va a pasar a escasos centímetros de mí, preparo la cámara en cuestión de segundos y empiezo a filmar mientras lo saludo con un “suerte Virrey”, a lo que me responde como un monsieur que es “Buenas noches, muchas gracias”.  

Atrás aparece el tano Angelici, y empiezan a bajar uno tras otro los jugadores y yo como un autómata emocionado lo único que atino a decir es: “Vamos Nico”, ¨Vamos Gordo”, “Vamos Clemente”, a todos los aliento con un “vamos”, sin importarme si lo banco o no. Esta noche son todos unos fenomenos… 

Ah, hablando de fenómeno, atrás de Lucas Viatri mate en mano, por último llega EL. Y ahí la noche estaba completa sin haber comenzado, pasa tranquilo, como si lo hubiesen mandado al almacén a comprar fiambre (perdón Carlitos Alfano por la analogía) y se mete en el vestuario después de hacerle un gesto cómplice a Claudio Freire (Ver video) 

 

Después de una media hora empiezan a asomarse del vestuario algunos dirigentes, me acuerdo especialmente de Marcelo London dedicándoles bastante tiempo a los periodistas partidarios y especialmente a Martín Arévalo y a German Carrara. 

Cada vez que se asomaba el gerente de prensa del Corinthians  yo lo miraba como diciéndole y me vas a conseguir algo o no, y el hacia un gesto de que  “iba a dar un jeito” (que de alguna manera me iba a conseguir algo). 

Cuando faltaba media hora para que empiece el partido, yo estaba resignado a verlo por la tele de la sala de prensa, y pensaba que igual estaba hecho, ya lo había visto al Virrey y lo había palmeado a Román…Mejor que haberme quedado en casa era, no? que opinan? 


PARTE 2

Cuando ya estaba medio resignado a verlo por la tele, y ya habían terminado las acreditaciones, una mano anónima (la de Dios?), me alcanza una pulserita que había sobrado de las acreditaciones de prensa. Le estoy eternamente agradecido a Julián Iglesias del Diario El Gráfico por haberme permitido ver el partido en la cancha…

Me puse la pulserita, y pedí para que me indicaran como llegar a las cabinas de transmisión. Me sorprendió lo de Maxi Nobili, ya que tenía en mano un folleto con un plano del estadio especialmente preparado para indicarle el camino al periodismo (digno de una organización europea).

Una vez que entendí el camino, salí corriendo, pase por atrás de los micros y entre a la cancha por abajo, al nivel del campo de juego. Subí la tribuna pasando por miles de camisetas blancas o negras del “Corinthians” hasta llegar arriba de todo, donde estaban las cabinas de transmisión.

Adentro estaban las caras conocidas de Radio 9, La Red y Mitre y por supuesto mis flamantes amigos Dani Mollo y Vito Amalfitano de la AM 750 Radio Cooperativa, además de unas radios Brasileñas. (Ver video)


Después de dar unas vueltas por las cabinas, me di cuenta que estaba todo el mundo súper reconcentrado laburando y que yo molestaba mas de lo que ayudaba, así que salí del recinto de las cabinas y me ubiqué en una especie de escalera del sector de cabinas, en una especie de balconcito lateral, separado de la torcida local, solo por una reja de 1 metro de altura.

A esta altura, mientras veía a Boquita calentando en el campo de juego, mi mayor preocupación era como iba a ser para quedarme quieto durante el partido, especialmente si hacíamos un gol… 

La de Corinthians es la torcida más popular de San Pablo, y la segunda de Brasil detrás de la de Flamengo, con unos 23 millones. A ellos les gusta compararse y decir que son el Boca de Brasil.  En popularidad puede ser, pero en rendimiento hasta el año pasado se parecían mas a Racing. Lo cierto es que brindaron un lindo espectáculo, pero lo que me llamó la atención es que nos roban los cantitos y hasta traducen las letras. (Ver video) 

Era de esperar que Boca entrara al campo de juego bajo una lluvia de silbidos e insultos…Aquí lo gracioso es que muchos insultaban en “perfecto portuñol”…decían: “Bouludo”, “La puta que te parió”, “puto”, etc. (Ver video) 

Bueno, es hora de que empiece a rodar la pelota, y yo con mi cara de gringo, en el medio de la torcida, seguía muy preocupado por mi integridad física. Lo único que atinaba a hacer era cuernitos cuando ellos tenían la pelota, y cruzar los dedos cuando la teníamos nosotros.  

En los primeros 15 minutos, ellos no salían de su asombro de la fuerza que les hacía Boca en su propio estadio, trataban de animar a sus jugadores en cada lateral que ganaban, y enseguida se dieron cuenta que con Amarilla se la iban a ver negra.  A ver…La mano de Marín, no la pudo ver ni Mandrake, pero cuando Romarinho picó habilitado, literalmente me arrugué como una pasa de uva… 

Yo me decía “que bien nos vendría un gol, que bien nos vendría un gol”. Y llegó nomás. En el gol, tuve el inmenso privilegio de estar bien paralelo a Román, Me sorprendió que hiciera el tiro libre corto con el Pichi Erbes y le vi el gesto técnico de levantar la cabeza para ver donde estaba Casio, y entrarle al balón bien abajo y con fuerza…Su bien amada subió como un globo en cámara lenta y cayó como un misil por detrás del gigante de hierro directo al ángulo. Un golazo inolvidable, eterno. 

Silencio de muerte en el estadio. Nadie atinó ni siquiera a insultar. Todo el mundo asistía con respeto y admiración el festejo del 10. Yo paralizado, explotando por dentro y temiendo por mi corazón…No lo podía creer, lo hizo de nuevo. Apareció el Mago e iluminó la noche del Pacaembú y cambió las reglas del juego. Ahora tenían que hacernos 3… 

En el medio del festejo me acordé de mis amigos de Boca de Selección y me metí en la cabina. El ingeniero Mollo y Marcelo Lerner estaban cantando (De donde apareció Marcelo es un misterio, lo había visto abajo cerca del campo de juego) y me quedé filmando como pude la pasión con la que Mollo relata y la convicción que le pone Amalfitano a su comentario. (Ver videos) 

 

 

En el entretiempo me quedé entre Dany y Vito admirando, la energía, el manejo de los tiempos y el profesionalismo con el que trabajan. De repente el Ingeniero me mira y me empieza a hacer preguntas al aire…Me tomó completamente por sorpresa, por suerte entre el y Vito me hicieron relajar y poder hilvanar algunas incoherencias al aire…Que momento! 

El segundo tiempo fue un calvario. En el gol de Corinthians, tengo que confesar con vergüenza, que tuve que cerrar los puños como si festejara, porque sentía los ojos clavados en mis espaldas, pero después se me hizo fácil porque ante cada salvada, me agarraba la cabeza junto con los Corintianos. Ellos de frustración, y yo del susto. 

Una vez terminado el partido me quedé disfrutando con Dany y Vito y viendo lo que decían las otras radios…Era como si yo fuera un dial en movimiento, me movía a la derecha y a la izquierda y escuchaba los comentarios.  

Cuando me doy cuenta que Mollo estaba intentando comunicarse con German Carrara por la conferencia de Bianchi, se me ocurrió preguntar: “Dany, con esta cinta que tengo en la muñeca, puedo entrar a la conferencia?”…Y el me dijo, “claro que si”

Los saludé y de inmediato encaré para la zona de vestuarios

 

PARTE 3

Cuando entro a la sala de conferencias,  el virrey ya estaba hablando. Estaban los medios argentinos y muy pocos brasileros y unas 7 cámaras. Al comienzo me quedé a un costado sin poder creer lo que estaba viviendo, pero al ratito tome coraje, agaché la cabeza para no aparecer en cámara y me senté en una posición central, justo atras  de Marcelo Lerner y de Germán Carrara. (Ver video)

http://www.youtube.com/watch?v=pt0ZI7Wd5co&feature=youtu.be

Le saqué fotos al virrey, y me dispuse a filmar un poco de la conferencia nada mas, porque a mi celular le quedaba un 8% de bateria. A Bianchi se lo veia cansado, pero feliz y relajado en su elegante traje azul.

Cuando termina la conferencia yo salgo disparado atrás de él, hasta que se pierde dentro del recinto del vestuario…Hasta hoy no entiendo porque hice eso, creo que era como decirle: “No te vayas nunca Virrey”…

Cuando vuelvo a mi lugar en la conferencia Marcelo Lerner me avisa: “Guarda que ahi viene Roman”…Yo le dije: “Como?”...No lo podía creer. De inmediato me puse a ver cuanto me quedaba de batería en el celular y solo tenía un 4%...asi que me puse a maldecir para adentro. En eso llega el último 10.

Lo tenía bien enfrente mío, podía apreciar cada gesto, y trataba de descifrar sus pensamientos mientras escuchaba las preguntas…Eso de que Román es inexpresivo es tan mentiroso como que es lento…Hace mil caras y se le nota cuando algo lo fastidia, algo lo incomoda o si se siente cómodo y relajado.

http://www.youtube.com/watch?v=gSWSgTXccfM&feature=youtu.be

De pronto se produjo un momento inolvidable, había un periodista haciendo una introducción a una pregunta queriendo llevarlo a hablar de nuevo del “Me siento vacio” de la final pasada, y Roman se empezó a reir, y yo también, y en un momento nos encontramos las miradas riéndonos los dos como diciendo: “Este está buscando un título bomba”…

Iba terminando la conferencia y el genio de Marcelo Lerner con toda su experiencia me avisa: “Si querés sacarte una foto con el, quedate parado ahí al costado, y cuando sale lo encarás, porque enseguida se lo llevan”.

Me posicioné estrategícamente y le pedí a Claudio Freire si por favor me podía sacar la foto con Román, volví a ver cuanto tenía de bateria y solo me quedaba un 1% !.

Ahi viene Román y para mi sorpresa no le tuve ni que hablar, el ya venía con la mano extendida. Nos estrechamos la mano, le dí la cámara a Claudio y mientras posábamos para la foto yo le decía: “Te quiero regalar una camiseta muy especial para mi” y el me decia: “Bueno”, y yo seguia: “Te la voy a hacer llegar por Dany Mollo” y el volvio a decir “bueno”…

Pero mientras tanto algo andaba mal, Claudio no conseguia sacar la foto, y decia: Me estoy viendo a mi, como hago? Entonces Roman empezó a tratar de ayudarlo. Al toque me avivé que la camara del celular estaba apuntándole a Claudio como para hacer video conferencia y lo corregi.

Ahora si. Click y a hacer el poster!.

Un genio Román, un ejemplo de humildad y buena onda…Eran como la 1 de la mañana y se notaba que estaba fusilado de cansancio, sin embargo tuvo la paciencia de esperar para que yo tuviera mi preciada foto.

Eso fue lo ultimo que pude hacer con mi celular. La bateria se agotó. Otro milagro mas en una noche mágica e incredible. Ya estoy bastante grande, entre Román y Carlos, sin embargo siento que cumplí el sueño del pibe en el Pacaembú.

Gracias Román por tu grandeza incomensurable.
Gracias a todo el equipo de Boca de Selección regalarme la noche mágica de Boca y del 10 en el Pacaembú.

Por ultimo una confesión personal:
Le mande con Dany Mollo mi única camiseta la del xentenario, a la que en el 2005 le hice poner la 10 de Roman en la espalda, dedicada al jugador de Boca del siglo (Ni me imaginaba que iba a volver a Boca), en honor a que gracias a su golazo y a lo que pusieron los jugadores, mi hijo de 6 años va a seguir siendo bostero. Si perdiamos le iba a ser dificil aguantar la presión de ser el único bostero del cole. (sus amigos son Corinthianos).
Y por ultimo me hizo “muy feli” el haberle estrechado la mano. Juan Román Riquelme es mi ídolo futbolistico y el de mis hijos. Un verdadero artista de la pelota.

Por Marcelo Chechik @respiro_futbol