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Cuidemos la Pasión. Por Boulogne

Algunos olvidan por conveniencia, otros saben por viejos

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Haciendo orden en la biblioteca, acomodando libros y papeles, encontré esta reseña de autor anónimo, que viene muy bien para los tiempos que corren, te da una idea de lo que no querés perder. El ADN, hace a tu rica o pobre historia, es esencial para vivir dignamente, con tus logros, tus carencias, porqué perderla a manos de mercenarios...

“Boca Juniors, la pasión"
 
El origen de Boca Juniors es humilde, tiene raigambres populares indudables y la pasión por su divisa se acompaña en cada uno de sus seguidores de un sentimiento inigualable, fuera del entendimiento de aquellos que no lo profesan. Inclusive, esta pasión desenfrenada origina un resentimiento muy particular entre estos últimos, que canalizan a través del llamado “sentimiento anti-Boca”.
Cuando un hincha de Boca no ha podido concurrir un domingo de aquellos a la cancha, lo primero que pregunta por la noche es: ¿cómo salió Boca?,… y aquel que no es hincha de Boca en iguales circunstancias, ¿que pregunta? …. lo mismo.
Para Alejandro Dolina, hincha e intelectual boquense contemporáneo, según lo expresa en un artículo publicado en la desaparecida Revista Humor de la década del 70, titulado “Todos somos de River”, ambos sentimientos existen mucho antes de la creación de Boca Juniors y River Plate.
Por eso Dolina sostiene que muchos personajes de la historia de la humanidad se han adherido desde el principio de los tiempos, sin saberlo, a una u otra divisa. Así propone que Ricardo Corazón de León, Napoleón y los caudillos federales eran hinchas de Boca, aunque nada pudieran ellos entender de fútbol ni de la pasión boquense, mientras que…. y los civilizados unitarios, preferían la banda roja.
Los logros boquenses, aunque en muchos casos indiscutidos, han sido siempre puestos en tela de juicio, sus glorias olvidadas o menospreciadas, y hasta su indiscutida mayor popularidad, cuestionada por encuestas apócrifas, publicadas por revistas deportivas centenarias (Revista “El Gráfico”).
Sus detractores, aliados incondicionales de aquellos que imposibilitados de acceder a logros similares, se encargaron de ocultar durante décadas las conquistas auriazules, haciendo siempre de los logros boquenses, por principio, materia discutible.
Jorge Iwanczuk, autor de un hermoso libro sobre la Historia del Fútbol Amateur en la Argentina, se refiere en unos de sus párrafos (muy pequeño por cierto, y por muchos a lo mejor imperceptible) respecto de la gloriosa Gira de Boca Juniors por Europa de 1925 diciendo… “Reforzado por valiosos jugadores de otros equipos, realizó una Gira por Alemania, Francia y España, países que no tenían en aquel entonces un fútbol de avanzada… ” . Habría que preguntarle al autor cuales eran en su opinión donde se encontraba el fútbol de avanzada de aquellos tiempos y cuales de ellos aceptarían medir fuerzas con un fútbol, hasta ese entonces desconocido.
El mismo autor, se refiere al torneo local obtenido por Boca Juniors en 1919 de la siguiente forma: “sólo sirvió para otorgar el primer título a Boca Juniors, ya que no tuvo mayor relevancia”.  Sin embargo, en la página siguiente, cuando habla de la Copa Competencia y la Tie Cup Competetion de 1919, no abunda en detalles sobre el logro xeneize, nada menos que frente a Nacional de Montevideo, por aquel entonces uno de los grandes equipos del mundo. Conceptos similares son volcados en unos fascículos titulados “Un Siglo de Fútbol Argentino”, firmados por Pablo Ramírez, quien al parecer coincide con Jorge Iwanczuk, olvidando que el mismo equipo obtuvo el torneo local al año siguiente, además de las Copas Competencia, Tie Cup Competition y Carlos Ibarguren, todas ellas correspondientes a 1919.
Son ellos quizá ejemplos acabados de aquellos periodistas a los que les duele decir “Boca, el Campeón del Mundo”, y prefieren referirse al Campeón Intercontinental… o bien, el ganador de la Copa Europeo Sudamericana, porque en rigor de verdad lo primero no es cierto, pues “no le ganaron al campeón de las Islas Fidji (con el respeto que se merece ese lejano país)”.
Como vemos, son ellos, los “hacedores” de la historia del fútbol argentino, los encargados de inmortalizar en “páginas doradas” todo aquello que conviene mantener en la memoria colectiva y denostar lo que no es conveniente recordar.
Respecto de Pablo Ramírez, sus apreciaciones acerca de la participación de Boca Juniors en “su” historia del fútbol argentino, es verdaderamente lamentable, ya que en sus escritos no encuentra muchos puntos destacables en la Institución argentina que más títulos obtuvo desde que se practica el fútbol en este país.
Ellos son los que indican quienes deben ser ubicados en el bronce, los maestros del arco, los zagueros con clase, los inseders habilidosos, los grandes cabeceadores, los punteros hábiles … entre los que casualmente figuran muy pocas veces (o lo hacen de manera tangencial) aquellos que hicieron grande a Boca Juniors. Esto se puede comprobar fácilmente accediendo a la lectura de cualquiera de sus escritos, los cuales no me permiten mentir.
Son ellos los que mienten de manera sutil, olvidan en forma premeditada y los únicos que tienen acceso a los medios masivos de comunicación, con un relato histórico que asemeja a un cuento de hadas. Son ellos los que dando “cátedra de honestidad y pundonor” circunscribieron como momentos cumbres del “Fútbol Argentino” aquellos en los cuales la Institución de “Don Antonio”, quien dispuso a su antojo del fútbol argentino durante 2 décadas (más precisamente hasta la llegada de Alberto J. Armando), obtuvo sus mejores logros.
Incluso, alguno de estos periodistas pasó por esta vida sin haber visto jugar bien a Boca, más aún, sin haber hablado nunca bien de nuestra querida Institución…. sin embargo, como no podía ser de otra manera, quedaron perpetuados como paladines de la “verdad y la justicia”.
Son ellos los que inventaron “un siglo de 70 años”, los que se olvidaron de la etapa amateur del fútbol argentino, los que no soportan que Maradona sea considerado como el más grande futbolista entre los grandes, relegando a sus habituales y ya conocidos candidatos.
A pesar de todo, el sentimiento que representa Boca Juniors es tan grande que ha perdurado en el tiempo, se confunde con la esencia misma del sentir popular y florece en cada uno de los actos de la vida cotidiana. Por eso, ante el ataque constante y la agresión permanente, la sabiduría popular los ha sentenciado… a pesar de todo  “imitarnos podrán, superarnos jamás”.


El 4 de diciembre hay que defender a Boca para que no pierda el golpe de gracia, que muchos vienen programando hace años.

Por Boulogne. En Twitter @boulognebostero

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