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Tiempos de cambios

¿La oposición en Boca estará a la altura o seguirá haciendo la plancha?

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Boca vive hoy por hoy una etapa que preanuncia un cambio, pero que difícilmente llegue. Ayer habló un Riquelme demasiado tibio para nuestro gusto, y luego corrieron rumores que Angelici, que había cancelado una conferencia 20 minutos antes de la hora fijada y con todo el periodismo esperándolo, se iba a reunir con Román para tirar la esponja y pedirle que lo salve en este delicado momento, ya que sabe que se le acabó el crédito como presidente de Boca.

Esperemos que Román no se apure en sus decisiones y si quiere hacer algo por y para Boca, lo haga desde otra posición y no desde el oficialismo tan desgastado y que se abusó siempre de Boca, por tantos años de gestión y promesas incumplidas y justamente el, salvando a quienes lo rajaron de Boca como a un perro y le hicieron la vida imposible en el club y le negaron el retiro con la camiseta Xeneize cuando aún tenía mucho por dar. Bastaría leer las declaraciones de aquella época de personajes como Gribaudo en twitter o Martucci en los medios, hoy principales candidatos por este decrepito grupo de poder.

Por otro lado se espera el necesario recambio de Guillermo y su cuerpo técnico luego del estrepitoso fracaso de su gestión al frente de Boca, mientras de reojo observamos por TV a River llegando a jugar el mundial de clubes, y todo por la terquedad y falta nociones futbolísticas elementales del Guille y su equipo de trabajo. Lo que hicieron el domingo es inadmisible aun en un equipo de segunda y es rayano con una ignorancia futbolística con errores de criterio que ni una hincha común cometería.

Pero Guillermo ya es historia. Su paso no le dejo casi nada al club (un par de campeonatos, eso sí) pero manejando presupuestos millonarios y equipos de estrellas con relación al resto, lo que decimos es en cuanto a su huella del trabajo realizado.

Ayer había rumores que intentaban colocar en Boca tipos como el turco Mohamed, al que solo una mente afiebrada podía tener en cuenta. Parece que ni se acuerdan algunos cuando jugando para Boca erró un gol casi hecho y a propósito, contra su ex club Huracán…Esperemos que no se les ocurra pensar en Garecca o Ruggieri o traer a Coppola como manager ya que estamos…

Ahora Angelici tiene que pensar como rearma este descalabro del que él es el principal responsable y gestor junto con quien lo apadrinó para que fuera presidente de Boca.

Y dentro del despelote que es Boca, anoche había rumores (ya confirmados) que se suspendía el festejo del 12-12 después que habían montado una organización a las apuradas porque supuestamente no había garantías de seguridad para dicha organización...Todo muy al estilo de esta gestión.

Boca vive un momento del cual solo se sale con el transcurrir del tiempo. Se esperaría un acto de grandeza de quienes son responsables por haber llegado a donde llegamos por su propia incapacidad, aunque sabemos que la culpa siempre es del otro y que los errores cometidos los va a asumir cadorna. Y pensándolo bien, actos de grandeza solo lo tienen los grandes tipos.

Nos espera un fin de año tristísimo. Nos quedan los pergaminos que supimos conseguir y juntar fuerzas para refundar Boca con los ideales de quienes lo construyeron con la camiseta bajo la piel, esa que los paracaidistas arribados a Boca de la mano de la política nunca van a poder llevar.

Feliz día del hincha de Boca, aunque no haya nada para festejar.