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¿Será Mauro Zárate el que reemplace a Pavón? Guillermo aun no confirma el equipo. Una fortuna para levantar la sanción a La Bombo...

La opinión de Manu de cara a la Superfinal

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Guillermo tiene una única duda de cara al choque decisivo en el Monumental: ¿quién será el reemplazante de Pavón?. Tras la igualdad 2-2 en La Bombonera, River y Boca definirán este sábado 24 en el estadio Monumental la Superfinal de la Copa Libertadores 2018.

Con la certeza de la baja de Cristian Pavón, que sufrió un desgarro en la primera final, Guillermo Barros Schelotto debe terminar de definir a su reemplazante. Si bien una de las opciones que analizó el DT era utilizar desde el arranque el doble nueve, con Darío Benedetto y Ramón Ábila, que tan buen resultado le dio en la ida, durante la semana probó otros nombres y diferentes esquemas.

Con la chance concreta de que Sebastián Villa se mantenga entre los once, el que ganó muchos porotos después de su muy buena actuación contra Patronato es Carlos Tevez. Detrás, lejos, está la opción de Mauro Zárate, mientras que Edwin Cardona espera tener un lugar, al menos, en el banco de suplentes. Otra variante que probó el Mellizo fue con el ingreso de Agustín Almendra, pensando en la posibilidad de que River ponga cinco futbolistas en la mitad de cancha.

Por otro lado, la duda de quién será el arquero parece despejada: Agustín Rossi tuvo un buen rendimiento en la final en La Bombonera, pero Esteban Andrada se recuperó de su fractura en la mandíbula, ya sumó minutos y se perfila para estar bajo los tres postes en Núñez.

¿Un posible XI? Andrada; Leonardo Jara, Carlos Izquierdoz, Lisandro Magallán, Lucas Olaza; Wimar Barrios, Nahitan Nández, P. Pérez; Almendra o Tevez o Zárate; Villa y Ábila. Goal


Guillermo tiene el reto de reemplazar al lesionado Cristian Pavón y esto también le abre un abanico de opciones. La primera que surge es la utilizada en la ida, una doble punta con Ábila-Benedetto, pero los Mellizos piensan en un partido de 120 minutos y parece difícil que desgasten a ambos delanteros desde el arranque.

Mauro Zárate y Carlos Tevez surgen entonces como alternativas, pero en cualquiera de estos casos el equipo corre el riesgo de partirse al medio, tanto en defensa como en ataque (ni ellos ni Benedetto sienten ni garantizan el cumplimiento de la colaboración defensiva), y así quedar excesivamente expuesto al control de la pelota de River en mitad de cancha, por superioridad numérica y de funcionamiento.

Entonces, la idea de sumar un volante gana puntos. Fernando Gago por experiencia y el chico Almendra por dinámica son los candidatos; Edwin Cardona sería la gran sorpresa. Con Gago o Almendra colaborando con Wilmar Barrios en la contención, más una línea conformada por Nández-Pablo Pérez-Villa por delante, Boca equipararía el número de efectivos para pelear la zona media.

Los Barros Schelotto conocen la pretensión de River de ser avasallante en el Monumental, y si bien en la ida la posesión de Boca acabó siendo levemente superior, su estilo siempre ha sido más directo. Los tándems Jara (o Buffarini)/Nández y Olaza/Villa, más el aporte de Pablo Pérez serían los refuerzos con los que contaría Ábila para inquietar a Armani.

Todo, por supuesto, son conjeturas, y pura teoría. Gallardo y Guillermo guardan bajo siete llaves sus intenciones. Faltan apenas 24 horas. Cuando mañana empiece a rodar el balón será el momento de descubrir las cartas. Diario As


Para levantar la clausura de la banda de Larreta y cia: El desborde de hinchas en la Bombonera durante el entrenamiento abierto que organizó Boca ayer en vísperas de la final de la Copa Libertadores que se jugará el sábado en el Monumental provocó la clausura del estadio y para levantar esta sanción temporal, el club Xeneize deberá desembolsar una importante suma de dinero.

Boca deberá presentar un descargo formal, que se hará efectivo hoy según lo expresado por su presidente, Daniel Angelici, pero además deberá pagar una multa que oscilaría entre 121.380 y los 606.900 pesos, informa el sitio de TyC Sports.

Gustavo May, director general de Fiscalización y Control del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, confirmó que el club de la ribera deberá pagar dicha multa en el transcurso del día para poder levantar la clausura de la Bombonera.

En caso de que Boca se consagrase campeón de la Libertadores, uno de los epicentros de los festejos sería el mismísimo estadio y es por eso que la dirigencia Xeneize se apura para solucionar el problema generado por la multitud que desbordó las instalaciones de la Bombonera. Perfil


La opinión de Manu sobre la Superfinal: Manu Ginóbili fue un guerrero de mil batallas. Al jugar en la NBA durante más de una década es consciente de lo que es la presión para un deportista de elite y se animó a trazar un paralelismo con el crucial duelo que se vivirá este sábado en el Monumental, donde se disputará el partido de vuelta de la Superfinal de la Copa Libertadores entre River y Boca.

"Lo voy a ver el partido. Me gustan los deportes, me gusta observar las acciones y reacciones de los jugadores en un momento como ese, donde más presiones no puede haber. Es como una final olímpica, es algo donde no hay mañana", sostuvo el ex San Antonio Spurs en un evento organizado por ESPN en Argentina.

Manu sostuvo que le encanta ver cómo reaccionan los atletas ante la adversidad y ver "cómo lo siente la gente" en las tribunas.

Aunque en el pasado reconoció que de chico era simpatizante de River, el ex integrante de la Generación Dorada afirmó que vivirá esta edición del Superclásico "con total imparcialidad" y que seguramente lo seguirá con algún amigo.

Utilizando su experiencia dentro del mundo de la pelota naranja, Ginóbili comparó esta definición con la de un juego 7 en una final de la NBA. Además recalcó que es muy difícil llegar a disfrutar esa clase de encuentros: "Si logran realmente disfrutarlo quiere decir que llegaron a un estado mental mejor que el mío entre los 25 y los 30 años".

"Creo que más adelante sí hubiese podido disfrutar aunque en las finales ganadas de 2014 ya tenía 37, y no sé si las disfruté porque era tanto lo que tenía herido, era tan profundo, que era demasiado el deseo de poder curar esa cicatriz". El ganador de la medalla de oro en Atenas 2004 hizo referencia a la final en la que se impusieron ante los Miami Heat de por ese entonces LeBron James, Chris Bosh, Ray Allen y Dwyane Wade. El año anterior habían perdido ante el mismo adversario.

Para concluir, esbozó: "No es fácil cuando uno tiene una mochila de 200 kilos encima. A veces no se duerme la noche anterior, viene algún fantasma, decimos qué hacemos si ganamos, si perdemos, vemos todo el planteo del juego, el rival… No es fácil disfrutarlo, pero les deseo de corazón que lo hagan porque es algo que el 95% no va a poder repetir". Infobae