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Aburre escribir de lo mismo

Por Marcelo Rodríguez* para el blog Corazón y pases cortos

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Aburre, cansa, como que ya no se encuentran explicaciones; que los temas son siempre los mismos, que la cosa se repite cíclicamente. Que después de tres meses de trabajo, uno tenga que escuchar que “no hicimos nada de lo practicado”, una justificación incomprensible de personas que son profesionales. No hay peros ni causas ni nada por el estilo que le dé razón al “ojo, jugamos contra Lanús”. Y que desde Lanús digan “tranquilos, jugamos contra Boca”. ¿Dónde mierda quedó la historia, la mística? ¿Dónde quedó Boca?

Vamos a empezar por la cabeza, la presidencia o los dirigentes. Pero como Boca es presidencialista, todo lo que hace el presidente se acata, no se discute, no nada. Mucho menos en este sistema de la ceocracia en la cual no sólo está dividido el país, si no también Boca. Porque aquellos que votaron al actual oficialismo, no hicieron más que darle vía libre a los ceos, a los gerentes, y dejaron de lado la política del club y muchas cosas más. Dejaron de lado el sentido de Boca.

Hoy, la cabeza como hace ya varios años, no tiene proyecto, no tiene ideas, no tiene un camino claro a seguir. Sí, es cierto, los negocios en Boca son más redituables que en la mejor economía del mejor país. Pero la conducción es desastrosa. No se sabe qué se quiere, cómo ni para qué. No hay un mensaje, no hay absolutamente nada. Aunque en esto último me equivoque: sí hay un mensaje: Boca S. A. Empresa de negocios futbolísticos.

No se entiende, no se justifica que la dirigencia del club acepte cualquier tipo de situación, que no se den cuenta que Boca es un club de fútbol especialmente, y que en este aspecto hay que tener una conducción clara, sencilla, sin medias vueltas.

Hace unos días escribí quiénes eran los número cinco de Boca en la historia. Y qué encontramos en el comienzo, a Pablo Pérez y Rodrigo Bentancur. Aquí ya comienzan los “palos” para el cuerpo técnico. Porque ¿qué vieron en estos dos jugadores? No solamente no son buenos marcando ni jugando, no son volantes centrales. ¿Cómo Boca va a jugar con un par de jugadores que entre los dos no llegan a ser un volante central de rendimiento mediocre?

¿Por qué, de la nada, aparece Bentancur como titular sí o sí, cuando nunca tuvo méritos para serlo? ¿Es que estamos en presencia de un negocio que se va cotizando mientras vaya jugando? ¿O es que acaso para venderlo tiene que tener un mínimo de partidos en la primera? Si es así, ¿qué corno es lo que se está protegiendo? ¿Boca fútbol o Boca negocio? Ya lo sabemos: el negocio. Todo lo que sean dólares, vale, venga, entre, pase por acá. ¿Fútbol? No importa, mientras los dólares entren, nada importa.

La incongruencia es tan enorme, estamos tan perdidos, tan a la deriva que Angelici termina comprando dos números cinco cuando faltaba una semana para empezar el campeonato. Mientras tanto, Guillermo trabajó durante 3 meses con dos jugadores que no son número cinco y que juntos son dinamita (pero para nosotros, no para el rival). Que Angelici y Guillermo Barros Schelotto expliquen esta situación. Porque si buscan los motivos del por qué jugamos como jugamos, una de las cosas es esta: el desastre organizativo y de trabajo.

La buena para Guillermo es que por algo pidió a Gómez, por algo quiso a Guido Pizarro. Lo que no se entiende en Guillermo es que no hayan querido comprar a Wanchope, que en Brasil sigue haciendo goles para que los boluditos argentinos digan “che, que lástima que no lo trajimos”.

Pero claro, Wanchope es negrito, morochito, viene de Huracán… Cómo vamos a traer un jugador de HURACÁN…

Así los desaguisados siguen. Porque ya lo expliqué en algún momento: arquero, central, volante central y nueve. Es el esquema que nunca falla, que es elemental, es el abc del fútbol, es lo que Boca siempre hizo, lo que se debe hacer y no se debe inventar lo que ya está inventado.

¿Cuánto hubiera costado comprar a Gómez, Pizarro y Wanchope? ¿Más o menos de lo que se gastó ahora? Porque como Boca NUNCA informa lo que paga por los jugadores que compra ni lo que cobra por los que vende, entonces, ya ahí tenemos un bache. Pero por algo no informan. Nadie hace algo por hacer, tienen una intención.

Vamos a los jugadores: Carlos Tevez sigue en Europa. Fíjense hasta dónde llegó la situación que el entrenador debió cambiar su forma de juego para que Tevez tuviera su lugar y no anduviera enojado o fastidioso. ¿Y? ¿Y, cuando carajo el crack va a hacer la diferencia? Porque muchos periodistas te hablan de Tevez como si fuera Riquelme, Maradona… y está tan lejos, pero tan lejos de ellos.

Y por último, cuando se habla de los medios y el poder de los mismos, es REAL. No es una discusión política porque se da en el ámbito de la política nacional y ni me quiero meter en ese tema. Pero hay algo muy cierto: la mayoría de la gente asegura que es verdad porque lo dijo la TV, la radio o tal diario. No se toman el trabajito de analizar ni de discernir qué me están diciendo. Y la patria periodística hace su trabajo. Y lo peor de todo, es que no lo hace gratis.

Quien quiera entender, que entienda. Desde hace muchísimos años, Boca está manejado a partir de los medios. Y los medios, no tienen patria ni colores. Los medios lo que buscan es el negocio. Personal o grupal.

Boca se desangra. De a poco. Se va secando. Pasan los entrenadores, los jugadores, pasan las compras, las ventas. Pasan los campeonatos, pasa julio, pasa el segundo semestre, pasa de todo. Y Boca se sigue desangrando.

No nos vamos a ir al descenso. Creo que por suerte, el período de la actual comisión directiva va a tener aire suficiente en puntos para que no nos pase lo peor. Pero esto es clarísimo: seguir así es ir camino al infierno. Algunos seguro que necesitarán comer el barro de la derrota para darse cuenta. Yo como muchos, preferimos cambiar a tiempo.

Dirigentes, Guillermo, jugadores, será cuestión que todos se sinceren y a partir de ahí, comenzar con la reconstrucción futbolística.

Algunos dirán pero “viejo, es el primer partido, falta mucho”. Y puede ser que tengan razón; pero después va a pasar la segunda fecha, después la tercera, la cuarta… Y vamos a seguir así. El gran tema es si este proceso no funciona, ¿quién lo hará funcionar?

Alguien va a tener que poner orden. La defensa Xeneize, especialmente por el juego de Insaurralde es imperdonable. Un pibe que recién arranca en la primera le termina ganando una pelota al experimentado jugador que pasó por Europa, Insaurralde, como si fuera un amateur. Un Vergini que rompe con el manual del defensor dentro del área, tirándose al piso para el penal de Lanús.

El doble cinco, que se la pasó pasándose la pelota para atrás y para los costados. Dos desastres que no hicieron nada positivo para el equipo. Un Castellani que le dijeron che, nos falta uno, ¿venís? Qué locura la de Guillermo, ¿o es que lo hizo para que el jugador no se vaya a Lanús?

Si se fijan, Boca nunca atacó masivamente. Las jugadas de gol que tuvo a su favor fueron situaciones en las cuales hay uno o a lo sumo dos futbolistas Xeneizes. Con un Benedetto que prefiere el toque sutil al fierrazo; un Pavón que, una vez más fue lo mejorcito del equipo a pesar de lo bien tomado que estuvo por el rival. Sí, se equivocó en una jugada clave que pudo haber sido gol, pero fue el que mejor hizo las cosas.

Ahora, de repente, Sara respondió bien en la primera que tuvo, pero los centrales fueron desastrosos, los volantes no jugaron a nada, no fueron agresivos y los delanteros vivieron en otro continente.

Como dije: cambian técnicos y jugadores; pero hay algo que siempre es lo mismo.

Por Marcelo Rodríguez* para el blog Corazón y pases cortos (Siempre Boca) 

* Marcelo Rodríguez es periodista acreditado en Boca desde hace más de 20 años. Trabaja en el diario Crónica, escribe en Don Balón y fue uno de los puntales de Informe Xeneize. También trabajó en El Cronista Comercial, La Razón y Diario Popular. Y además en la inolvidable Asi es Boca.