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Arruabarrena sobre Román: Lo llamaría si considera que es importante su presencia en el equipo

Una mirada sobre el 12/12/14, Angelici y las elecciones por Diego Morini para Canchallena

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A horas de la definición de la Copa Sudamericana en el 'Monumental', el entrenador del "Xeneize" no le deseó buena suerte al conjunto de Marcelo Gallardo, su 'verdugo' en la ronda anterior. "Es lógico", justificó su anhelo para esta noche. Por otro lado, habló nuevamente de su relación con Juan Román Riquelme y destacó que "la Copa Libertadores será el objetivo más importante de todos"

Sencillo, directo, conciso. Rodolfo Arruabarrena, artífice de la levantada futbolística de Boca en la segunda mitad del semestre, que igualmente no alcanzó para cerrar el año con una alegría, no tuvo reparos en desear una derrota de River, su 'verdugo' en la Semifinal, esta noche en la definición de la Copa Sudamericana. "Como todo hincha del club, quiero que esta noche gane Atlético Nacional, es lógico", manifestó el conductor del equipo de La Ribera.

Más allá de aquella revelación en diálogo exclusivo con SportsCenter de ESPN, el "Vasco" analizó cada uno de los aspectos más importantes de la vida del "Xeneize", que cerró su participación en el campeonato local con una caída en condición de local ante Gimnasia La Plata. "Lo bueno de esta temporada fue que encontramos un muy buen grupo, unido. Pero lo malo fue que no logramos salir campeones", se lamentó por la imposibilidad de obtener un título.

De todas maneras, Arruabarrena prefiere no quedarse solamente en los errores del pasado y se ilusiona con los desafíos del futuro, teniendo la chance de realizar una pretemporada con el plantel conformado por su paladar futbolístico. "Los jugadores que lleguen serán para darle un golpe de calidad al plantel", advirtió sobre la necesidad de hacer contrataciones, justo cuando Pablo Pérez está a un paso de firmar su arribo a préstamo por 18 meses.

"La Copa Libertadores es el objetivo más importante para nosotros, pero no podemos descuidar ningún frente porque somos Boca", puntualizó su emoción por comandar al equipo en el regreso al certamen que más le gusta afrontar, pensando en alcanzar las siete consagraciones históricas de Independiente.

En tanto, cuando la charla continuó en torno al futuro de Juan Román Riquelme, quien prácticamente se despidió de Argentinos Juniors tras conseguir el ascenso, no brindó demasiados detalles al respecto y comentó que "le tengo un cariño especial, pero como él ya dijo, no somos amigos. "Eso no implica que no lo llame si considero que es importante su presencia en el equipo".

Para finalizar reconoció que le gustaría que la CD asegure la renovación de Juan Forlin ("está difícil la negociación, pero lo importante es que quiere quedarse") y concluyó elogiando a los simpatizantes del club, que protagonizaron largas colas para asegurar un lugar en el Día del Hincha que se celebrará el viernes. "Va a ser un quilombo, todo lleno, ¿no? La gente es especial, fijate que pagaron $200 por un pedazo de pastito..." PlayFutbol


Boca, entre la pasión por su día y el laberinto político. Angelici abrirá la Bombonera para festejar el Día del Hincha; se expone a las críticas de la gente y la interna de la barra brava.

Nunca tan complejo. Allí donde se mezcla la pasión con los intereses, donde se funden el amor con las presiones políticas, justo en la antesala de un año electoral. El Día del Hincha de Boca será el más enmarañado, cargado de tensión y con un aire de desconfianza de los últimos tres años; motivos suficientes para desvirtuar cualquier celebración.

Es real el ánimo festivo con el que comenzó esta historia hace ya dos años, pero también es concreto que siempre terminó en medio de un escándalo. Esta ocasión no escapa a esa posibilidad, porque la Bombonera abrirá sus puertas en lo que se supone será una fiesta, pero perder de vista que todo se desarrollará en medio de un proceso político intenso en la Ribera y con una interna feroz de la barra brava sería pecar de ingenuo. Y Daniel Angelici, el presidente Xeneize, conoce el contexto. Sabe de qué se trata. Entiende qué se juega por dentro y por fuera de este famoso día del hincha.

La locura por conseguir un lugar para mañana en la cancha se advirtió ayer. Alrededor de 10 mil simpatizantes se acercaron al complejo Pedro Pompilio en el primer día de expendio de entradas para el evento, según comunicó el club. Los socios asistieron a activar su carnet para ingresar, mientras que los que no lo son se quedaron con un ticket a cambio de un alimento no perecedero.

Y todo se desarrolló mientras en el campo de la Bombonera ya comenzaron las obras para levantar el césped con el objetivo de mejorar el sistema de drenaje (se calcula que las obras finalizarán a fines de febrero próximo, por lo que es probable que Boca sólo tenga que jugar unos pocos partidos fuera de la Bombonera). La idea es vender casi 25.000 panes de pasto a 200 pesos cada uno, por lo que calculan que recaudarán casi 5.000.000 de pesos.

Hasta allí todo resulta casi ideal y dentro de un marco de fervor y pasión de una entidad que hace dos años y medio que sufre por sus traspiés deportivos. Sin embargo, este tipo de acciones comienzan a dibujar el mapa de la Ribera. Porque ya aparecieron agrupaciones que criticaron las acciones de los dirigentes actuales por vender el césped de la cancha y no pensar en cuidar a las divisiones inferiores.

De la misma manera, en el último partido ante Gimnasia, un grupo colocó una bandera con la leyenda "De la Bombonera no nos vamos". Hasta se escucharon insultos para Angelici y pedidos por Juan Román Riquelme. La lectura es simple: en diciembre de 2015 habrá elecciones y cada parte ya mueve sus fichas.

Angelici conoce mejor que nadie el tablero y, sin embargo, está ante una encrucijada. Abrirá las puertas de su casa sabiendo que es posible que reciba una catarata de insultos. De la misma manera, comprende que es probable que se pueda desatar un escándalo con la barra brava, que está dividida en tres y ya protagonizó algunos enfrentamientos en los últimos meses. Incluso, estarán muy atentos a ello, pero saben que no será sencillo controlarlo.

Ante semejante escenario, ¿por qué arriesgar con la apertura de la Bombonera para este festejo? Muy simple: Angelici está en un laberinto porque su mentor, Mauricio Macri, en un año de elecciones nacionales, no quiere un conflicto en la Ciudad, como sucedió los dos últimos años, cuando el festejo se realizó en el Obelisco y hubo desmanes. Es más, se supo que fue el propio Macri quien bajó la orden en 2013 de que en 2014 debían abrir la cancha para los festejos: no quería más destrozos.

No será un festejo más. Los hinchas que sólo se mueven por el amor al azul y el amarillo irán a celebrar su día. Al menos algo. Pero muchos saben que será una jornada en la que pueden hacer mucho para sí. Y eso encierra demasiadas especulaciones. Ninguna huele bien. Canchallena