De la mano de Riquelme, un Boca a puro toque. Por Vito Amalfitano
La opinión de un experto e idoneo periodista |
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Juan Román Riquelme alcanzó a Silvio Marzolini con 194 partidos y en el próximo será el futbolista que más jugó en la Bombonera en la historia. Es el máximo ídolo del club y el capitán y conductor del equipo en la cancha. Riquelme entiende y comanda el juego dentro y fuera de la cancha. Y una de sus máximas es que como al fútbol se juega con una sola pelota, el que la tiene, gana. La consigna, al cabo, es defenderse con la pelota. Y este Boca, que tuvo graves problemas defensivos durante el año, adhirió finalmente a esa máxima, Carlos Bianchi la tomó con su sabiduría, y hoy Boca decidió defenderse con la pelota.
Así, con el monopolio del balón, con esa idea de defenderse con la pelota, plasmada con la puesta en cancha de un equipo osado, muy ofensivo pero con mayoría de jugadores con buen pie, incluso con Jesús Méndez de lateral, el Boca de Carlos Bianchi le ganó bien a Quilmes por 2 a 0, por la novena fecha del torneo Inicial “Nietos Recuperados” del fútbol argentino, en la antesala del Superclásico con River.
A partir de esa idea, y con un Quilmes que le puso dos líneas de cuatro bien retrasadas, Boca no se apuró en encontrar el resquicio y tuvo mucho toque y paciencia para encaminarse hacia la victoria. Y como en fútbol la velocidad más importante es la de la mente, fue la cabeza más rápida del fútbol argentino, la de Riquelme, la que abrió el partido. Boca tocaba y tocaba pero le profundidad, carecía del cambio de ritmo en el último cuarto de cancha. Y paradójicamente fue Román, el que supuestamente para algunos “lentifica” el juego, quien metió el estiletazo justo, ese cambio de marcha, el último pase exquisito para que Gigliotti abriera el marcador. La mente más veloz, la de Riquelme, fue la que tuvo la llave del partido.
Después siguieron jugando al influjo de Román. Se lució una vez más Gago, como distribuidor en toda la cancha, apareció Sánchez Miño por izquierda, Jesús Méndez atento y preciso por derecha, pero una vez más al equipo le costó, por un buen rato, “calibrar la mira”, como decía Bianchi, y desperdició muchas chances para “liquidar” el partido antes. Se los perdieron los propios Sánchez Miño y Gigliotti pero ellos mismos elaboraron a cuatro minutos del final el tanto que selló el resultado.
Boca ganó y gustó, a una semana de River. Volvió Riquelme y lo condujo. Bianchi puso un equipo osado y con buen pie, que se defendió con la pelota. Se juega con una sola, dice Román, y él la trata mejor que nadie.
Por Vito Hugo Amalfitano
Fuente 20-16 el Blog de Vito Amalfitano
Vito Amalfitano es Periodista. Jefe de deportes y prosecretario de redacción Diario La Capital de Mar del Plata. Comentarista de Boca de Selección/Radio Cooperativa. Y LU6 Mar del Plata. Web de Vito: www.vitoamalfitano.com.ar @VitoMundial
Y un amigo de la casa! Gracias Vito!
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