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Extensa nota a Daniel Angelici. "Riquelme habla de fútbol como juega"

Angelici: "Nuestro vice, Oscar Moscariello, está trabajando con un martillero y con un escribano para negociar con los vecinos las manzanas aledañas a Casa Amarilla. Probablemente, compremos esos terrenos y ahí sí voy a hacer una nueva Bombonera"

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Les dejamos una extensa y jugosa nota que le hizo Tiempo Argentino al presidente de Boca:

Angelici y Tiempo Argentino: El presidente de Boca hace un repaso a poco más de cuatro meses de haber asumido. “Soy hincha del resultado pero en Inferiores pido que jueguen y los eduquen...”

Daniel Angelici arma un nudo con los brazos y nunca lo desenrosca. Apoya el cuerpo contra un sillón con el estilo de alguien que se atrinchera. Toda la escena tiene mucho que ver con su presente: su vida es Boca y ahí él es el que manda.

–Ahora está acá, acomodado. ¿Cuándo decidió ser presidente?
 –Cuando empezamos a tener una diferencia muy marcada con Jorge Ameal. Mi idea, en realidad, era acompañarlo una gestión más, pero él marcó una diferencia con el ala macrista del club. Que para nosotros no era eso, sino simplemente una agrupación (Dale Boca). Eso comenzó a dividir la Comisión Directiva. El mayor distanciamiento lo tuve con la renovación de contratos. Fue cuando renuncié a mi cargo de tesorero. Lo hablamos en nuestra organización y empezó a surgir mi nombre como candidato. A nivel personal, lo pensé bastante por mis empresas y mi familia. Tardé dos meses, lo hablé con Mauricio Macri y decidí dejar todo. Ahora me dedico exclusivamente a Boca: vengo a las 10 de la mañana y me voy a la noche. Es necesario dar el ejemplo, pero no es sencillo porque hay muchas cosas difíciles de modificar.
 –¿Cómo qué?
 –Cuando llegué estaba convencido de que habiendo decisión política, habría cambios. Pero cuando aparecen variaciones, siempre se generan rechazos. Hay tipos que hace 20 años trabajan acá y llevan un ritmo que a mí no me convence. Toman a Boca como su segundo trabajo. Sé que vengo de un mundo más empresarial y que esto es una asociación civil y un club, pero hay que hacer un mix: sino nunca bajaremos el déficit operativo que tenemos. Y eso es fundamental porque la economía no está fácil y, de por sí, estamos obligados a vender jugadores para aguantar.
 –Pero el último balance de Boca dio superávit…
 –En la campaña electoral, yo siempre decía que el balance era muy técnico. Se hablaba de que teníamos 50 millones arriba. Todos pensaban que yo iba a entrar acá, abriría la caja e iba a aparecer esa plata. Pero al tiempo hicimos el balance de corte que hay que hacer y arrojó un déficit de 24 millones. Y no fue algo del estudio contable que lo hizo, sino que fue algo más complejo. Es que este club siempre fue deficitario. Para mantenerte tenés que vender jugadores de 10 millones de dólares para equilibrar y achicar los gastos diarios.
 –¿Sólo Boca es deficitario?
 –Todos los clubes. La mayoría de las instituciones que quieren estar en competencia deportiva firman contratos en dólares. Algo inexplicable. Cada vez que quieren traer un jugador de afuera, piden recursos que no tiene el fútbol argentino. Cuando tuve el problema con Riquelme no fue porque no me gustaba cómo jugaba, sino porque él quería ganar como un jugador de Europa. Así no funciona. Acá todos los clubes están endeudados: Independiente debe 200 millones, San Lorenzo 140 y River 110. Nosotros llegamos en diciembre y no pudimos vender un solo jugador. No porque no quisimos: no tuvimos ofertas. Eso que salimos campeones y que somos el único club que no le debe plata a la AFA. El tema es que Europa entró en crisis y no quiso comprar más.
–¿No hay otros mercados?
 –Puede ser Brasil o México.
–Esas decisiones deben tomarse en conjunto con otros clubes.
 –Estamos obligados a tomarlas porque si no, en dos años vamos a entrar todos en concurso. El otro día en AFA se empezó a discutir. Se planteó que debería salir una reglamentación que diga que no se pueden firmar contratos en dólares. Sería más justo. Cualquier jugador que viniera acá sabría que acá se paga en pesos. Si no se ordena es imposible. Es más, yo creo que se debería poner un tope de salario. Acá hay equipos que han traído jugadores que cobran un millón de dólares: algo impensado.
–¿Dentro de Boca, qué solución puede haber?
 –Invertir en Inferiores. Sacar jugadores que puedas vender. Por eso decidimos volver a un gran lugar como La Candela, traer a Coqui Raffo y armar el convenio con el Barça.
–Pero el estilo del Barcelona no aparenta tener mucho que ver con Julio Falcioni.
 –Seguramente cuando todos estos chicos, que forman parte de nuestro proceso de Inferiores, lleguen a Primera, la situación será distinta. Ojalá que esté Falcioni, porque eso querrá decir que se convirtió en el nuevo Bianchi. Si no, serán ciclos. Siempre le dije a Falcioni que yo no lo hubiera buscado, pero salió campeón invicto y tenía que quedarse.
 –¿Usted con qué estilo se queda?
 –Yo soy hincha del resultado. Me gusta Boca cuando gana.
 –¿Cuando ve un partido de Inferiores también piensa así?
 –No. Es otra cosa. No importa que gane, sí que jueguen y que se eduquen. Les digo a los entrenadores que no le den importancia al resultado. Que formen profesionales que vayan después a la Primera. Algo que siempre va a ser difícil, porque los técnicos llegan y no quieren poner jóvenes. Yo los entiendo. Porque ellos son el primer fusible cuando algo está mal y eso lleva un riesgo. Si el equipo anda mal, el presidente nunca renuncia. El entrenador sí.
 –De todas formas, ¿no es contradictorio traer a refuerzos como Santiago Silva que pueden opacar justamente a las inferiores?
 –Silva llega porque a Boca se le lesionó Lucas Viatri y necesitaba tener un 9 de mucha categoría. Pero es distinto a las últimas incorporaciones que se han hecho acá. Yo tengo 16 jugadores a los que pagamos el sueldo y no están en Boca. Damián Escudero, Jesús Méndez, Matías Giménez y la lista sigue... A todos les pagamos nosotros el salario y se los prestamos a otros clubes. Es mucha plata la que se pierde.
–En el proceso de armar desde Inferiores, ¿hace falta también sacar un entrenador desde abajo?
 –No creo que sea así. Si vos armás un estilo, el que venga tiene que acomodarse al club. No la institución al técnico. Hay nombres que funcionarían muy bien como Diego Cagna, Rodolfo Arruabarrena y el Turco Mohamed, que tienen ya experiencia y que conocen bien el club. Después irán saliendo nuevos como Guillermo, Palermo o el Negro Ibarra, que irán aprendiendo y además tienen espalda grande...
 –¿Cuál es el que más te gusta?
 –El Vasco. Es el que más condiciones tiene. Trabaja seriamente y le está yendo realmente bien en Tigre. Después depende del plantel con el que te encuentres. Si tenés buenos jugadores, será mucho más fácil...
 –¿Y Riquelme?
 –Es el jugador distinto de Boca. Sé que si está entrenado es quien marca la diferencia, como lo hizo muchas veces. Nuestra relación es buena, mucho mejor de la que pensamos que íbamos a tener. En la pretemporada de Tandil, pudimos conversar y acordar que Boca es más grande que nosotros. Que el club va a quedar y nosotros pasamos.
–No sólo juega muy bien. Habla de fútbol como juega…
 –Nunca charlé con él de fútbol. Pero si juega de la forma que juega, es lógico que entienda mucho.

Por: Ezequiel Scher y Ricardo Gotta

Fuente: http://tiempo.infonews.com/sw_contenido_infonews_preview.php?id=74005&preview=1&id_portal=7


– Hasta ahora, ¿qué fue lo más significativo que hizo en su gestión?
 
–Reordenar los ingresos. Fue la decisión de terminar con los colados. Pusimos los ingresos a 100 metros y nos aseguramos bajar el número de 5000 tipos que se metían. Todos sabíamos por dónde entraban, así que nos ocupamos de resolverlo. Pusimos cámaras de seguridad, casi dejamos de imprimir entradas y nos limitamos a los socios.
 
–Pero si dice que sabían por dónde entraban, quiere decir que podían saber quién los dejaba pasar. ¿Los denunciaron?
 –No, desde el primer partido decidimos tomar el control de las cosas y lo acomodamos. De la gestión anterior quedaron cinco causas muy fuertes por superpoblación del estadio y estamos tratando de resolverlas.
 
–También el año pasado Boca tuvo problemas con las barras, ¿cómo se los controla?

 –No quiero hablar mal de la gestión pasada, porque tengo un aprecio personal por Ameal. Pero creo que faltaba decisión personal. Desde que soy presidente una sola vez vino Rafael Di Zeo y entró con tres personas. No lo atendí. Ni a él ni a los otros. Ameal lo atendió en la oficina de la presidencia. Sé que los barras existen pero hay que controlarlos.
 
–¿Los problemas de las barra se vinculan con los resultados deportivos?
 –Ganar siempre ayuda. Pero creo que tiene que ver con una cuestión de orden. Los clubes ordenados como Lanús y Vélez no tienen esos problemas. Nosotros armamos comisiones integradas por fiscales y por jueces para controlar lo que pase. El fiscal Carlos Stronelli es dirigente del club y trabaja mucho para que la policía nos ayude y nos respete. Aunque e si se quisiera parar con esto, quien debe terminarlo es el Estado que es el que tiene las fuerzas de seguridad. Es para cuidar a los socios.
 
–Para los socios, justamente, ¿piensa armar un espacio para que puedan estar en el club?
 –Los espacios acá nos limitan mucho. Por culpa del lugar, a los socios, Boca les da muy poco. Estamos a la espera de que se nos dé una licencia para ocupar por largo plazo el predio que nos dieron en Ezeiza y ahí armar un lugar para todos.
 
–¿Y La Bombonera?
 –En este momento estamos analizando mucho eso. Es un tema importante que va a generar mucha discusión. Nuestro vice, Oscar Moscariello, está trabajando con un martillero y con un escribano para negociar con los vecinos las manzanas aledañas a Casa Amarilla. Probablemente, compremos esos terrenos y ahí sí voy a hacer una nueva Bombonera.

Por: INFOnews
Fuente: http://www.infonews.com/2012/04/25/deportes-19216-una-nueva-bombonera.php