La peor dirigencia de Boca de toda su historia condiciona al máximo ídolo del club

 

El relato cuenta que Riquelme le pidió a su representante Daniel Bolotnicoff “una definición”. Por eso, el apoderado llamó a Daniel Angelici y acordó una reunión para la tarde de ayer. Ambos se vieron las caras en el despacho del presidente de Boca, en plena Bombonera. Allí, la dirigencia le marcó la cancha a Bolotnicoff y le dijo que la propuesta no cambiaba ni una coma. El representante de Román les habló de Argentinos Juniors y de la necesidad de terminar, de algún modo, con la cuestión. La traba en la garantía del pago seguía siendo cuestión. Riquelme pidió que se le asegure el sueldo ofrecido a la cotización oficial del dólar. Y los dirigentes mantuvieron el techo de 10 pesos hasta fin de año y 12 en el que viene. Todo no fue más que una ilustración de las diferencias existentes entre ambos lados.

 

En la despedida no mencionaron nuevas reuniones y todo pareció una definición por la negativa. Algún directivo lo definió en off como un “no positivo” , en referencia al voto de Julio Cobos en el conflicto entre el gobierno y el campo. “Me parece que se acabó”, contó alguien del entorno de Román. Y al rato, Angelici le dijo a Clarín: “No nos movemos una coma del contrato que le ofrecimos hace un mes. Es el máximo esfuerzo que podemos hacer. Y hemos hecho un esfuerzo, pero imposible en esas condiciones”.

 

La aparente ruptura entre la dirigencia y Riquelme es una muestra de lo que no se quieren. Es eso que ocurrió cada vez que Angelici les dijo a sus amigos y periodistas cercanos que no iba a renovarle al 10. Es aquello que hizo que Román casi no hablara a lo largo del año, molesto por lo que sabía que pensaban los miembros de la Comisión directiva.

 

Mientras tanto, el tercero en discordia es Argentinos Juniors. El conjunto que dirige Claudio Borghi ya negocia con Riquelme y el camino del 10 podría estar en La Paternal. ¿Será cierto que hasta los próximos refuerzos podrían ser de la tónica que pretende Román? El propio técnico habló casi seis horas con el 10 hace algunas semanas en un asado. Allí, el enganche le preguntó por el armado del plantel y algunas cuestiones vinculadas a un posible desembarco en su equipo. “Estamos cerca”, contaron desde el entorno del enganche. Ya planean una reunión para las próximas horas.

 

Román, por ahora, mantiene el silencio. Si su ida a otro club se cristaliza, tomará el micrófono y contará su verdad. Bianchi, por su parte, se enteró de la situación en su llegada a Corrientes, para el amistoso que el equipo jugará hoy, ante Boca Unidos. Horas antes, le había vuelto a pedir a la dirigencia que apurara las negociaciones. No sabía lo que se venía, claro.

 

Anoche, mientras la tormenta de las redes sociales ya convocaba a un banderazo para el 19 de julio y #AndateAngelici era tendencia en Twitter, Román hacía un asado en Don Torcuato. Para el 10 de Boca pueden cambiar muchas cosas, pero su tranquilidad no se altera. Román está afuera de Boca por primera vez en mucho tiempo. Sólo un pase de magia puede salvar la trama.